domingo, 14 de febrero de 2010
Fala Primer Perro de EEUU
El Can que ganó la reelección de Roosevelt: Fala
Edgar Allan Poe solía decir que no hay un amor más tierno que el que une a un hombre con un animal, y muchos juran que la gran pasión de la vida del presidente gringo Franklin Delano Roosevelt(FDR) no fue una de sus muchas mujeres, sino su idolatrado can Fala.
FDR era harto conocido por su amor hacia las criaturas, y desde que salió electo a inicio de los años 30, logrando crear el Seguro Social y sacar a los Estados Unidos de la espantosa depresión, sus pocos ratos libres fueron compartidos con todo un ménage de perros como Meggie, Winks, Mayor, Tiny, President y Blaze. El flechazo definitivo se dio cuando Margaret Suckley, prima de FDR, le llevó a un oscuro y travieso cachorrito de terrier escocés.
Agradeciendo emocionado a su pariente, FDR levantó en brazos al hermoso perrito afirmando que hace años que deseaba criar un perrito desde tierno, ya que la mayor parte de sus perros le habían llegado ya adultos. Hombre y perro se miraron a los ojos y la flecha de Cupido pegó en su objetivo. Leonor, la fea esposa de FDR, puso sus objeciones afirmando que la Casa Blanca no era buen sitio para criar a un cachorro, pero FDR logró convencerla a fin de cuentas y el peludo bebecito se quedó, siendo llamado Fala.
Es indudable que Fala se hizo adicto a su presidencial socio. Era la viva sombra de FDR, siguiéndolo hasta cuando iba a mear. Era presencia segura en su estudio, comiendo en el despacho Oval(un lujo que ningún humano se ha permitido), y casi de alfombra al pie de la cama de FDR. Pocas semanas después de haber arribado a la Casa Blanca, Fala asustó a medio mundo presentando una espantosa infección intestinal. Regó su acuoso excremento fétido por alfombras carísimas, y FDR salió como loco para llevarlo al veterinario. Mientras el veterinario examinaba a Fala, FDR se mordisqueaba las uñas y trataba de ocultar sus lágrimas.
Al ser devuelto sano a casa, Fala le devolvió con su presencia la tranquilidad al mandatario. Para evitar mayores líos, FDR emitió la orden de que jamás nadie le diera nada de comer al perro. "Ni una migaja a Fala al menos que venga de la mano misma del Presidente,"dijo firmemente. Desde entonces, Fala no padeció de dolencia alguna. FDR recordaba el percance con buen humor, "Perro jocoteado, me hizo olvidarme que precisaba silla de ruedas y salí corriendo como atleta!"
La alimentación de Fala siempre corrió a manos de FDR personalmente. Fred D. Fair, portero del vagón personal "Fernando Magallanes" del presidente, dio este testimonio."Yo servía sus comidas y hacía su cama. Servíamos al presidente high balls antes de la cena.
Antes de que FDR se sentara a cenar, preparaba la comida de Fala. El plato era sostenido por el presidente para Fala. Luego él formaba los bocados y los colocaba con infinita paciencia y ternura en la boca del perrito, quien incontables veces comió sentado en las piernas del presidente. A veces FDR le canturreaba y lo estimulaba a comer más. Muchas veces, importantes dignatarios y jefes de estado esperaban sentarse a la mesa mientras FDR se tomaba su tiempo dándole la comida a su perro. Hasta que el can estaba satisfecho, FDR pasaba a comer él."
Como guardaespaldas sin salario del presidente, Fala tuvo oportunidades que muchos historiadores le envidiamos por haber sido testigo de eventos de magnitud mundial. En la última semana de diciembre de 1941, 26 naciones que estaban en guerra contra el Eje durante la II Guerra Mundial negociaron una declaración de unidad y propósitos. El documento de este acuerdo fue firmado a las 10 de la noche en el despacho del presidente.
Mientras los invitados no hacían un solo ruido al darse la firma, los ronquidos de olla de nacatamales invadieron el ambiente. Era Fala quien dormía a pierna suelta en un sillón, dándole cero importancia a la firma de tamaño documento. Para colmo, el 6 de junio de 1944-día del Desembarco de Normandía-FDR estaba pendiente del desarrollo de la más grande operación militar anfibia de la historia. En el despacho Oval, FDR no se perdía un detalle de las noticias junto a sus invitados, pero Fala andaba correteando entre las piernas de los invitados.
La eterna presencia de Fala a veces ponía en aprietos a FDR, sobre todo cuando quería echar su canita al aire sin que nadie lo supiera. El Servicio Secreto informaba que por más que quisieran mantener secreta la presencia del mandatario, dos cosas delataban que FDR andaba por ahí. Primero era la construcción de rampas para su silla de ruedas. La otra era la presencia de Fala, quien a menudo insistía en que lo pasearan sin importar protocolo o itinerario del tren. Fala llegó a ser tan célebre como su socio, y los del Servicio Secreto, viendo que FDR jamás viajaría sin el perro, acuñaron el código "El Informante" para Fala.
Fala según muchos chismosos (conmigo a cargo del club) hasta logró que FDR saliera electo para el último período presidencial que no habría de completar debido a su muerte el 12 de abril de 1945.En septiembre de 1944, FDR debió hacer un viaje a las islas Aleutianas. El barco ya había arrancado en su viaje de regreso cuando FDR notó que faltaba su alter ego. Afligido, hizo que un acorazado se regresara a la isla para recoger al perro, costando este viajecito millones de dólares al pueblo contribuyente de los Estados Unidos.
Al retorno a los Estados Unidos, varios medios criticaron que FDR hubiera mandado un buque militar a rescatar al perro, y fue cuando FDR montó en cólera. Pronunció su famoso "Discurso de Fala" el 23 de septiembre de 1944 diciendo "Ah, bueno. Ahora los líderes republicanos no solo atacan mi persona, o a mi esposa, o mis hijos. No pudiendo contentarse con eso, ahora incluyeron a mi perrito, Fala. Por supuesto que yo no resiento los ataques y a mi familia no le importa, pero a Fala le resiente. Uds. saben que es escocés, y al saber sobre el chisme de quedar abandonado, su furioso espíritu escocés se ha enojado. No ha sido el mismo perro desde entonces. Y yo me arrogo el derecho de resentirme por tales ataques contra mi inocente perrito!" Fala se garantizó un lugar de honor en el corazón de los votantes, y FDR pudo ser electo por tercera vez gracias a su buen rendimiento como presidente, pero también ayudado por Fala.
La felicidad incomparable que gozaron FDR y su perro se vio truncada cuando el presidente murió un 12 de abril de 1945 tras declarar que tenía una formidable jaqueca. El negrísimo Fala acompañó a su socio muerto en el tren desde warm Springs hacia Washington. Fala,de apenas 5 años de edad, estuvo en el funeral de su amigo ladrando tras cada cañonazo emitido en honor del mandatario. Durante el himno, se revolcó en honor de su amigo fallecido. Al final de la ceremonia, fue llevado en silencio por Margaret Suckley, la prima del presidente.
Fala nunca aceptó la muerte de su amo y siguió esperándolo hasta que él mismo murió. Cada vez que sonaba una sirena, Fala se levantaba alegre como si FDR fuera a regresar. Acabó por aceptar la presencia de Leonor, la viuda de FDR, y llegaron a ser buenos camaradas. Pero Leonor solía decir,"La ternura viva, los ojos sonrientes, la algarabía de Fala se la llevó mi esposo. A mí sencillamente me toleraba." Al morir en 1952 Fala, fue sepultado a pocos metros de la tumba de FDR en Hyde Park.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario