Si caminamos hacia el sol dejamos las sombras detrás

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Ing.Adolfo Urrutia y Cecilia,2005

domingo, 14 de febrero de 2010

Tadea Mirszlac, la enamorada de Darío


LA TADEA: GITANA DE ARMAS TOMAR

Entre los personajes más pintorescos que me tocó conocer en Francia en mis tiempos de estudiante, la historiadora Adri Boucher figura entre las maestras más interesantes y amenas, sobre todo porque era bisnieta de la fabulosa danzarina y cortesana gitana Tadea Mirslac. La abuela de esta erudita señora, Alyssia, había sido el fruto del segundo matrimonio de Tadea y un descendiente de nada menos que Vladimir Drácula.

Tadea hoy la recordamos como la mujer que supo ganar montón de reales como bailarina de flamenco, cortesana de incontables famosos y cronista de los tiempos que fueron conocidos como La Belle Epoque.

Tadea nació un 4 de octubre de 1860, hija de una gitana bellísima de ojos pardos llamada Lucinda, por cierto famosa como bailarina. Tadea fue sietemesina, raquítica y pelona, y por su poco peso al nacer la bautizaron apresuradamente creyendo que no iba a durar mucho en este mundo. Nunca se supo quien fue el padre de esta horrible bebé, y hasta hubo rumores que se trataba de un príncipe inglés, pero Tadea fue mimada en exceso por su madre, quien cuando la niña tenía apenas 4 años se casó con el conde Leopold Mirslac, de origen húngaro.

Tadea pronto echó pelo, se hizo rellenita y se convirtió en una belleza, por lo cual la llamaban La Muñeca. Tadea fue la adoración de su padrastro, quien le dio una esmerada educación e hizo todo lo posible por hacer de ella una dama de alcurnia. Sin embargo la sociedad vienesa siempre estuvo pendiente de criticar los pasos de Tadea, quien a los 16 años, tras fracasar en un matrimonio arreglado por su padrastro con un oficial de los húsares, se lanzó a las tablas para hacer carrera como bailarina.

El disgusto le duró al Conde Mirslac muy poco tiempo, pues cuando confirmó que su hijastra cosechaba buenos aplausos y aún mejores ganancias, se convirtió en su primer fanático. El conde Mirslac hasta ofreció buen dinero al abandonado maridito de Tadea para que éste aceptara la anulación del nexo matrimonial, pero Tadea para entonces ya había iniciado amores con un científico ruso sin importarle los trámites de divorcio.

Posteriormente Tadea encontró aburrido a su rusito, afirmando que solo hablaba de fórmulas incomprensibles y que no era muy dado al baño... y lo mandó a morir lejos. Condes, duques y barones de la gazmoña sociedad austro-húngara se peleaban por mantenerla, y tenía una bella propiedad en Budapest con una alberca donde solía bañarse al natural ante sus 8 criados africanos, uno de los cuales era eunuco.

Francisco José, el malhumorado y regio marido de la preciosa Sissy Emperatriz, se vio atraído por los bucles castaño-rojizos y la figura escultórica de Tadea, y poco tardó en llevársela a la cama. Reza la leyenda que cuando Sissy se enteró que su esposo andaba en lides con la bailarina gitana, lo atosigó hasta más no poder para que se la presentaran.

Sissy era una de sus fans, y cuando la Tadea fue a visitarla al palacio, la emperatriz gozó de lo suyo con las anécdotas de la gitana. Al salir a despedirla, la monarca no pudo contener la curiosidad y le preguntó a la bailarina si era cierto que no solía andar bragas. Tadea, ni corta ni perezosa, se levantó la bella enagua verde mar de Worth que andaba para mostrar su exquisito, bien torneado y sonrosado trasero completamente deprovisto de lingerie alguna. Poco después, Tadea consumó sus coqueteos con el príncipe heredero, Rodolfo (el hijo único de Sissy y Francisco José), y pasó varias tardes educándolo en el alfabeto del erotismo en Mayerling.

Cuando Rodolfo se suicidó junto a su amante María Vetsera en 1889-dos años después de haber estado en sesiones amatorias con la gitana, Tadea lo lloró a moco tendido pues lo consideraba "un alumno aventajado y un chiquillo adorable" (eso a pesar de que el finado era dos años mayor que ella).
Tadea siguió su camino de rompecorazones teniendo affaires con hombres como Víctor Hugo, el gran bardo francés, o como Napoleón III, el seudoemperador galo que construyó el anillo de boulevards en París.En parís se llevó a la cama a nada menos que a Rubén Darío, quien después de dos o tres saltos en el lecho la encontró fascinante pero tediosa y huyó de ella. Nunca se pudo confirmar si fue leyenda o realidad que también casi le quita al Comodoro Cornelius Vanderbilt a Tennessee Claflin, la avispada hermana de la también lujuriosa Victoria Woodhull, pero lo cierto es que durante la visita de Tadea a Nueva York, la Woodhull y ella casi se van a las manos en un incidente en el restaurante Delmónico...

En 1890 Tadea se casó con el gordito Damian Celibidache, pariente cercano del director de orquesta Sergio Celibidache y descendiente por parte materna del famoso Vladimir Drácula El Empalador. De ese matrimonio, Tadea tuvo a los gemelos Alyssia y Damián. Con el correr del tiempo a los hijos de Tadea les fue bien. Damián hijo tomó las órdenes menores en la iglesia católica a los 25 años de edad y Alyssia logró casarse con un noble francés cuya familia estaba un poco venida a menos. Tadea enviudó de su hermoso y alegre rumano durante la Primera Guerra Mundial, y nunca más quiso volverse a casar. Con una seguridad financiera reconfortante debido a su hábito del ahorro y con la pensión de héroe de guerra de su marido, Tadea pudo dedicarse a escribir sus memorias en un libro que escandalizó al París de la posguerra en 1920.

COSAS QUE NI TE CUENTO vendió millones de copias y hasta la vez puede ser encontrado en las mejores librerías del mundo, y consta de las intimidades, rarencias y pulgosidades de personajes famosísimos como los últimos zares rusos, pintores como Degas y Toulouse-Lautrec, músicos como Debussy y Stravinsky, los emperadores de Austro-Hungría Francisco José y Sissy, y la reina Victoria de Inglaterra. Familiares del Canciller de Hierro germano Otto Von Bismarck quisieron demandar a la osada gitana por las menciones que hizo del célebre estadista, pero la demanda no prosperó cuando muchos intelectuales se solidarizaron con la gitana y unos 40 juristas franceses se ofrecieron para defenderla en los tribunales gratuitamente.

Durante la II Guerra Mundial Tadea, siempre activa y muy inquieta, se sumó como colaboradora de la resistencia francesa (la heróica Maquis) y sirvió de correo hasta que en 1941 fue capturada por unos nazis y llevada a un campo de concentración. Siendo gitana, los nazis se ensañaron con ella y fue destinada a los hornos crematorios, donde pereció en marzo de 1941 reducida a cenizas.

Sin embargo, el recuerdo de esta mujer que fue benefactora de dos orfelinatos después de la I Guerra Mundial y que puso al desnudo las hipocresías de sus tiempos permanece entre los grandes nombres de la historia de la danza y el heroísmo.

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