Luis XIII de Francia

LUIS XIII ¿EL JUSTO O EL PUSILÁNIME?

Luis XIII de Francia resulta uno de los reyes más incomprendidos de la historia debido a sus acciones contradictorias y su personalidad confusa. Debido a esta contradicción, no han faltado quienes especulen si su sucesor y retoño Luis XIV de veras lo haya tenido por padre genético también, aunque otros creen que es posible sacar una rosa de una espina.
Nacido en 1601 como fruto del segundo y muy mal avenido matrimonio del fabuloso monarca galo Enrique IV (por cierto considerado el mejor rey que ha tenido Francia) con la italiana María de Médicis, Luis estaba destinado a quedar huérfano de padre en 1610 cuando el fanático católico Ravaillac decidió asesinar un 14 de mayo a Enrique IV. Antes de esa fecha, María apenas se ocupaba del niño y éste recibió una cuantiosa herencia de Margot de Valois, la primera esposa que su padre había repudiado. El mismo día en que su padre fue asesinado el parlamento francés dio una orden declarando a su madre viuda, María, como regente para mientras Luis llegaba a una edad en que pudiera gobernar por su cuenta.
Enrique IV había tenido como su mano derecha en el cargo de primer ministro a su amigo Sully, quien fue el co -artífice de la gran prosperidad y paz que gozó Francia en tiempos del padre de Luis. Sully, mirando que María se traía muchas intrigas entre manos sin saber escuchar consejos, pronto puso su renuncia y su lugar fue ocupado por el italiano Concini en 1611. Este Concini era favorito de María dado que estaba casado con Galiagli, hermana de crianza de la reina. Las lenguas se desataron, manchando la honra de la reina al afirmarse que Concini lograba su gran poder debido a que dormía con María.
Luis al hacerse adolescente se fue haciendo más taciturno. Desde chico sabía que nunca se casaría por amor, sino que estaba de destinado a ser el esposo de Ana María Mauricia de Habsburgo, hija del rey español Felipe III, y más conocida en la historia como Ana de Austria. Ana había nacido un 22 de septiembre de 1601 y también desde niña sabía que seria la consorte del futuro rey de Francia. Un 22 de agosto de 1612 se dio la esperada reconciliación final con España por medio del Tratado de FontainebIeau, dando los pasos finales para que la boda prometida pudiera darse, además de amarrar un acuerdo que una hermana de Luis se casaría con el heredero al trono español. La boda entre Luis y Ana por fin se dio un 25 de noviembre de 1615, y uno de los grandes enigmas de la historia es si Luis pudo consumar el matrimonio o no en la misma noche de bodas.
Ana obviamente gozaba de buena salud, y poco después de haberse casado daría muestras también de que gozaba de rebosante libido dado que tuvo numerosos devaneos con cortesanos y hasta con el mujeriego Duque de Buckingham cuando éste arribó a Francia para llevar escoltada a Lo n d re s a Enriqueta María, la hermana de Luis quien sería la esposa del petulante Carlos I Estuardo de Inglaterra.
Luis al parecer sospechaba que algo andaba mal, pues desplegó unos celos tan violentos que muchos lo criticaron por ello, sobre todo tomando en cuenta que no se trataba de un matrimonio por amor. El 25 de noviembre de 1616 Luis participó en el Consejo del Rey nombrando al Cardenal Richelieu, quien sería su mano derecha durante su reinado, como ministro de Guerra y Política Externa. El 24 de abril de 1 61 7 Luis administró un golpe de estado con el apoyo de su favorito Luynes y procedió a librarse de la presencia de su madre exiliándola y anulando de una vez por toda su influencia. También mandó a matar a Concini. Un 23 de mayo de 1618 se da la famosa Defenestración de Praga, marcando así lo que sería el inicio de la Guerra de los 30 Años en Europa. Una especie de cruzada católica en la que unen fuerzas el papa de turno, Segismundo de Polonia, Felipe III de España, Maximiliano de Baviera y el emperador Fernando II se forma para destituir al Elector del Palatinado Federico V, al rey electo de Bohemia y al húngaro Bethlem Gabor. Luis XIII como rey puede adjudicarse el haber llevado a Francia a nivel de potencia europea respetable, sobre todo, contando con Richelieu ya investido como primer ministro. Bajo órdenes de Richelieu, quien era todo un poder tras el trono, Francia se mostró agresiva contra Austria y su participación en 1635 en la ola de la Guerra de los 30 Años dio mucho en que hablar.
Richelieu no era del agrado de Ana, y se rumoró que en una ocasión le hizo propuestas indecentes a la reina. Para colmo, la larga esterilidad conyugal de Luis y Ana tenia bastante preocupado al soberano. Por eso se desquitaba sus iras con el pueblo, subiendo los impuestos y fomentando a que los católicos hicieran revueltas. Entre 1636 y 1639 todos los franceses sin distingo de credo se enojaron con el rey por las alzas constantes, y muchos le echaban en cara el no ser generoso como su difunto padre.
A pesar de estar casado con una española, Luis seguía sintiendo profunda desconfianza hacia los españoles y en numerosas ocasiones le recriminó a su mujer por favorecer con información secreta a Felipe IV de España (hermano de Ana). Por fin, un 5 de septiembre de 1638 Ana dio a luz a un varón (uno solo, y no gemelos, y esto lo aclaro por la novela El Hombre de la Máscara de Hierro, la cual muchas veces es tomada como historia y no como la ficción que es). Este sería el futuro Luis XIV, el Rey Sol. Poco después, Ana dio a luz a Philippe, el hermano homosexual que nunca se atrevía a hacerle sombra a su formidable hermano mayor. No faltaron los comentarios en este siglo que dijeran que Luis había llegado a ser padre con ayuda de otros.

En 1638 Francia pudo recuperarse de los estragos bélicos, y se dio la conquista de Alsacia a manos de Bernard de Sajonia-Weimar, y cuando éste muere un año después, Luis manda a comprar sus tropas y sus conquistas integrando a la Alsacia a Francia. En diciembre de 1642 Luis llora a mares cuando su mejor asesor, Richelieu muere.
Habiendo contando con la aprobación de Richelieu, pasa a ocupar su lugar el cardenal Julio Mazarino. Luis en su vida privada se siente cada día más infeliz. No faltan quienes le alertan en cuanto a las andanzas de su mujer, quien se ha rehusado a regresar al lecho tras el parto del segundo hijo. El 14 de mayo de 1643 muere prematuramente amargado, dejando como heredero al futuro Luis XIV, quien apenas tiene 5 años de edad, y precisará de Ana como regente para mientras se coloca la corona por si solo. Ana logra entenderse tan bien con Mazarino que llega a contraer nupcias secretas con este intrigante y trabajador hombre, pero la mala fama y reputación de Ana quedan manchada para siempre, tanto así que en el siglo XIX Alejandro Dumas padre se toma la libertad de incluirla (con su pasado bochornoso) en la n ove I a Lo s Tres Mosqueteros y El Hombre de la Máscara de Hierro, dejando marcado a Luis XIII, quien prefería ser recordado como "El Justo".