Si caminamos hacia el sol dejamos las sombras detrás

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lo dijo William Wallace

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Ing.Adolfo Urrutia y Cecilia,2005

jueves, 11 de febrero de 2010

Los discapacitados de la historia


LOS VALIOSÍSIMOS DISCAPACITADOS DE LA HISTORIA

Tullidos, patulecos, ceguetas, mochos, mancos, tapias, cotos, tuertos, muditos. Esos y otros peyorativos usan los que se creen perfectos para denigrarnos a los que tenemos algún defecto que nos coloca en la categoría de discapacitados. Y digo nos porque desde unos meses atrás, al haber perdido temporalmente el pleno uso de mi pierna izquierda, ya he saboreado suficientes discriminaciones e insultos porque "una patuleca no se ve bien" o "mejor que se vaya a descansar a la camita".Sin embargo, tengo el inmenso honor de haber entrado en la misma clasificación que grandes de la historia para quienes un problema físico no fue impedimento para llegar a la inmortalidad.
Algunos de los más brillante personajes han carecido del sentido de la vista. Si nos vamos a la antigüedad, pocos escritores con visión 20-20 se pueden comparar con el fabuloso griego Homero, quien nos legó dos de las más grandes obras de todos los tiempos: La Ilíada y La Odisea. Otro celebérrimo y valiente ciego fue nada menos que el gallardo monarca Juan de Bohemia, quien a pesar de no ver nada, quiso estar en la Batalla de Crécy al lado de sus tropas. Este héroe de la Guerra de Cien Años pidió a sus caballeros que lo guiarán hacia el frente del combate, y ahí murió en el 26 de agosto de1346. Siendo uno de los ejemplos más valiosos de coraje e hidalguía. Fue tan respetado que incluso el rey Eduardo III de Inglaterra y su hijo el Príncipe Negro-quienes peleaban en el bando contrario-asistieron llorosos a sus funerales.
El gran compositor inglés de tendencia impresionista también acabó sus días ciego, a como le sucediera al genial pintor galo Edgard Dégas hacia el fin de su existencia. El ser no vidente a causa de una fiebre que le atacó en su tercer año de vida no fue impedimento para que el gran compositor español Joaquín Rodrigo compusiera el bellísimo Concierto de Aranjuez, y cuando yo tuve el inmenso placer de conocerle en la década de los 80 en Madrid, era obvio que el jovial músico se las desempeñaba de maravilla leyendo Braille y "viendo" con sus sensibles manos. Una de las historias más felices es la de Helen Keller, la norteamericana que perdió su vista y oído después de una enfermedad que casi la mata cuando tenía apenas 19 meses de existencia. La Keller, nacida en 1880, fue entrenada por Anne Sullivan, quien le enseñó a escribir, hablar y leer. En 1904 Keller obtuvo su diploma universitario y dedicándose a escribir, cosechó miles de fans.
En la actualidad, no videntes como Stevie Wonder y le bella Crystal continúan colocando éxitos en el hit parade como ejemplos inspiradores para los que han perdido la vista. La pérdida de un ojo no fue desastre para el mayor poeta lusitano, Luis Vaz de Camoens. El autor de Os Lusiadas perdió un ojo en combate contra los moros, y usando un parche de fieltro negro sobre la cuenca ocular vacía, pudo escribir grandes obras y conquistar a docenas de mujeres, quienes lo encontraban sencillamente irresistible. Moshe Dayán, el general judío quien le enseñó con cuántas papas se hace un guiso a los árabes tras la fundación del estado de Israel, también usaba un seductor parche negro sobre el ojo faltante, pero con el ojo que le quedaba era obvio que se las ingeniaba muy bien para ser uno de los militares más carismáticos de la historia.
La falta de una mano o un brazo no ha sido escollo para la genialidad. Miguel de Cervantes y Saavedra participó en 1571 en la Batalla de Lepanto contra los turcos, y ahí perdió el uso de una mano, por lo cual se le apodó el Manco de Lepanto. Sin embargo, esta mano inutilizada jamás estorbó en la producción de obras como La Vida Breve o el legendario Don Quijote. El pianista Paul Wittgenstein perdió su brazo derecho en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo no se retiró como concertista. Su nueva condición incluso inspiró al gran compositor francés Mauricio Ravel a tal punto que le compuso a la medida el famoso Concierto Para La Mano Izquierda.
La sordera no ha sido obstáculo para que grandes genios de la música desarrollen sus actividades. Tanto el compositor boheio Bédrich Smétana (autor de El Moldavia y La Novia Vendida) como el francés Gabriel Fauré(un genuino filigranista de la canción) acabaron sus días sordos. Resulta curioso que a la sordera completa le debemos el hecho de que Luis Van Beethoven haya llegado a ser tan fenomenal compositor. Antes de perder su sentido auditivo este germano era un gran pianista, pero como compositor no levantaba demasiado vuelo todavía. Cuando la sordera lo dejó fuera del campo del concertista, se dedicó a escuchar sus grandes obras en su cabeza, y luego las plasmó en el pentagrama para delicia de todos. Quizás si Beethoven no hubiera quedado sordo, su energía se hubiera desperdiciado en ser concertista nomás. La sordera de Mabel, la adorada esposa del inventor del teléfono (Alexander Graham Bell) fue lo que acercó al padre del teléfono a ella, ya que Bell primero fue maestro de sordomudos. Bell y su Mabel fueron obscenamente felices a pesar de la sordera de ella.
Timur Lang, conocido como Tamerlán, fue uno de los guerreros más feroces de la historia. En lengua tártara, su nombre significa el Cojo. Timur era renco de un pie nomás, pero eso no le impidió ser un gran conquistador y echar preso en 1402 en la batalla de Angora al gran sultán otomano Bayaceto El Rayo. El monarca italiano Vittorio Amadeo III de Saboya se vio remitido a silla de ruedas en sus últimos años, mientras que el famoso poeta hindú Alí Sahk jamás pudo caminar después de un ataque de polio a los 19 años de edad. Alexandra de Hesse, última zarina de Rusia por ser la consorte del pusilánime Nicolás II Romanov, a menudo andaba en silla de ruedas debido a que padecía de violentos ataques de ciática.
Lo mejor del caso es que uno de los mejores presidentes de Estados Unidos fue un hombre que no podía dar más de cien pasos seguidos sin caer en su silla de ruedas: Franklin Delano Roosevelt. Minusválido desde que a los 39 años le dio polio, FDR nunca perdió su alta disposición hacia el trabajo ni su vigorosa líbido, y desde su silla de ruedas logró ser reelecto 3 veces y conducir al país lejos de la espantosa depresión de los años 30. En resumen, FDR hizo desde su silla de ruedas mil cosas mejores que todos los presidentes gringos con piernas hábiles puestos juntos!
Una de las grandes ironías del destino fue que el gran maratonista etíope Abebe Bikila, ganador en dos ocasiones del maratón en los Juegos Olímpicos de Roma y Tokyo, acabó en una silla de ruedas tras un aparatoso accidente. Aún después de haber perdido su movilidad, Bikila siguió siendo una fuente inagotable de buenos consejos para deportistas. Frida Kahlo, máxima pintora latinoamericana, quizás no hubiera alcanzado la grandeza sin sus espantosos padecimientos físicos. Esta valiente judía mejicana desde su silla de ruedas nos dio una deliciosa y colorida lección de coraje, optimismo y genialidad, plasmando en sus lienzos verdades que muchas veces preferimos ignorar. En la actualidad, la gran popularidad de Roberto Carlos del Brasil nos muestra que aunque una pierna sea artificial, el talento y el carisma saltan por encima de minucias semejantes. La silla de ruedas tampoco fue impedimento para que el gran poeta esteliano Ciro Molina luciera sus grandes dotes con la pluma, aunque no faltaron aquellos que lo discriminaron.

Leonor de Arbórea


GRAN MILITAR, EXCELSA MADRE, JUSTA REINA Y BELLA MUJER: LEONOR DE ARBOREA

Cuando en mis tiempos de estudiante visité la hermosa isla de Cerdeña, pude visitar la estatua que hay en Oristano de la máxima heroína Leonor de Arborea, quien fue una mujer de armas tomar, gran protectora de los animales, madre leona y monarca progresista demasiado avanzada para su tiempo.
Leonor de Arborea vino al mundo en noviembre de 1350 en Arborea, una isla frente a Italia, y su papa era Giudice, quien era una especie de gobernante de provincias. Se cree que Leonor fue la primogénita de Mariano IV con su esposa adolescente Maria, y de los 6 hermanos que la siguieron 3 murieron en la infancia, lo cual era muy común en la Edad Media. Mariano consiguió los mejores tutores y educó a su hija como si fuera un macho dela especie, incluyendo lecciones de cetrería. Leonor tenía cabellos castaños, ojos penetrantes y al llegar ala adolescencia, tuvo mejor pinta que una Miss Universo. No es de extrañarse que le sobraran pretendientes a la curvilínea y brillante adolescente, pero ella, aprovechando la buena relación con su progenitor, le hizo prometer que no la casaría demasiado joven, y jamás con alguien que no fuese de su agrado. Mariano IV hizo lo posible por complacer a su hija y la casó con el rubio Brancaleone Doria, un noble cerdeño, para reforzar las alianzas locales. Cuando Mariano murió en 1367 fue sucedido en el mando por su hijo Ugone, quien no tenía la valentía ni la sabiduría de Leonor. En 1383 hubo una revuelta republicana en Arborea y Ugone acabó no solo depuesto, sino también asesinado. Leonor no se anduvo con chiquitas, derrotó a los rebeldes que habían acabado con su hermano, y se convirtió en giudicessa regente (gobernante regente) para mientras su primogénito Federico salía de sus pañales. No acababa de tomar las riendas del poder en 1384 la pobre Leonor cuando los aragoneses tuvieron la macabra idea de invadir Cerdeña en sus ansias expansionistas.
Luchando por la autodeterminación de su pueblo, Leonor se puso su armadura y la cabeza de sus tropas, libró luchas durante 4 años contra los invasores. Casi derrotada por los aragoneses, quienes llevaban mejores armas, Leonor se arrinconó en un confín de su islita y desde ahí logró levantar al pueblo para formar la resistencia que derrotaría a los invasores.
Lo triste, a nivel personal, para esta valiente mujer, fue que el imbécil de su maridito, Brancaleone, cuando creyó que los aragoneses iban ganando, traicionó a su patria y a su familia para unirse al enemigo. A pesar de esto, Leonor logró negociar un tratado que le garantizó una buena medida de independencia y posteriormente formó una astuta alianza con los genoveses, quienes le ayudaron a ocupar la zona de Sássari. Cuando Brancaleone vio que su mujer iba ganando la guerra, nuevamente regresó a Cerdeña como perro arrepentido. Aunque Leonor jamás volvió a dormir en el mismo lecho con semejante alimaña, limitándose el traidor a ocupar puestos gubernamentales, Arborea permaneció independiente hasta 1410.
Tras la firma del tratado que le devolvió relativa paz a Arborea, además del indeseado marido a Leonor, la bella reina habría de experimentar otro gran dolor cuando su hijo mayor murió en plena juventud.. Leonor moriría en 1404 y sería sepultada con honores en la iglesia de Santa Clara, en la Vía Garibaldi de hoy en día. El hijo de Leonor, Mariano V, ocupó su puesto una vez que la señora murió de peste bubónica cuando este azote hizo desastres a lo largo y lo ancho de Europa..
Los logros de Leonor, obtenidos mediante su destreza militar y su gran sabiduría, se desmoronarían tras su muerte pues su hijo se parecía más al inútil Brancaleone que a ella. Leonor dejaba tras de sí una Buena administración estatal, leyes protegiendo al medio ambiente y a los animales, particularmente a los halcones, ya que era gran amante de la cetrería(hay un halcón Leonor que lleva ese nombre en honor a ella).
Leonor fue la autora del famosísimo Carta di Logu (Código de Leyes), que cubría todo aspecto de legislación. Este documento fue tan innovador que su progresismo asustó a muchos gobernantes de reinos vecinos. Este documento fue adoptado por los aragoneses en 1421 cuando por fin pudieron comerse la isla. La estatua que yo vi en Oristano fue hecha en 1881 en reconocimiento a los múltiples méritos de esta heroína. Este código de leyes estuvo vigente en Cerdeña hasta 1861, cuando se dio el movimiento final hacia la unificación de Italia como país.
Leonor como madre fue un manantial de bondad y ternura, pero también sabía impartir disciplina. Era opuesta a golpear a los niños-algo que deberían tomar en cuenta muchos progenitores que sopapean a sus muchachos, y se sabe que aunque sus hijos fueron díscolos, jamás les pegó. Igual dulzura desplegaba hacia los animales, a los cuales consideraba sus hermanos y con igual derechos que cualquier humano. Adicta a la cetrería, la equitación y la natación, supo mantenerse bella aún más allá de su mocedad. Reza la leyenda que su muerte a causa de la plaga se debió a que, siempre compasiva por los demás, atendió en sus últimos momentos a una criada que estaba al servicio de Mariano, su hijo. De esta manera, la gentil y siempre amable Leonor contrajo la enfermedad mortal.

Lázaro Spallanzanni el cura útil


LAZARO SPALLANZANI, EL PAPI INVOLUNTARIO DEL RADAR

Uno de los científicos más engavetados de la historia indudablemente es el hombre a quien le debemos el radar debido a su estudio de los murciélagos:el sacerdote italiano Lázaro Spallanzanni.
Nacido un 19 de enero de 1729 en Scandiano de Modena, era el hijo de un tufoso abogado que se creía primo hermano de Papa Chu. Sin embargo el padre de Lázaro fue una buena influencia para su regordete hijito, ya que él tomó las riendas de la educación del chico desde que Lázaro pudo leer de corrido. El pálido Lázaro, al cumplir los 15 años, fue enviado a la fábrica de Jesuitas en Reggio de Modena, a pesar de que las hormonas lo inclinaban a las actividades más comunes en los adolescentes y le fascinaban las rubias. Lázaro resistió lo mejor que pudo la presión de su familia por ensotanarlo, y contando con el apoyo de un noble joven, pudo irse a la universidad de Bologna, donde tuvo como maestra a su paisana Laura Bassi, profesora de física de gran renombre.

Lázaro se infatuó como un loco con esta teacher, a pesar de la diferencia de edades entre ambos, pero el mejor legado de la Bassi hacia su alumno fue que el joven optó de una vez por todas por hacerse científico. Con ella se dedicó horas enteras al estudio de la filosofía natural, matemáticas e idiomas. Bassi también le hizo tomar curso tras curso de idiomas, y Lázaro pronto habló buen latín, griego, hebreo y se adentró por los vericuetos de otros idiomas. Poco apoco, Lázaro fue dejando a un lado los estudios de leyes. A pesar de su intención original de no hacerse sacerdote, Lázaro cedió y tomó la sotana, convirtiéndose en un sacerdote muy peculiar. En 1754 se hizo profesor de planta de la universidad de Reggio impartiendo clases de griego, metafísica y lógica, y en 1760 lo mandaron a llamar de Modena, donde dio clases con gran éxito. Lázaro ya era famoso en toda Italia, y su buena reputación saltó las fronteras para difundirse por toda Europa. Muchas otras universidades italianas le solicitaron que diera clases para ellas, y hasta le cayó una propuesta jugosa de la Universidad de San Petersburgo en Rusia, dado que la emperatriz Elisabeth Romanov era una de sus numerosas fans, a como lo sería posteriormente Catalina II La Grande de Rusia.


En 1768 aceptó irse ala Universidad de Pavía como profesor de historia natural por ofrecimiento del a gran emperatriz austríaca Ma. Teresa de Habsburgo, quien estaba reorganizando dicha casa de estudios. También le cayó como ipegue el cargo de director del Museo de Pavía, el cual se vio enriquecido por sus numerosos trabajos que realizó cuando anduvo haciendo estudios por el Mediterráneo. En 1785 la universidad de Padua lo invitó a dar clases ahí, pero para retenerlo en Pavía los Habsburgos le duplicaron el salario y le permitieron hacer un viaje ansiado a Turquía, donde estuvo por casi un año haciendo estudios de minas de cobre y hierro. Al regresar a casa, Lázaro fue recibido con gran pompa y boato, le esperaba con los brazos abiertos en Viena nada menos que José II de Habsburgo, emperador que quedó con el trono después de su mamá María Teresa. En Pavía los estudiantes lo esperaban ansiosamente, ya que siempre fue idolatrado por los jóvenes.

Como nunca faltan pelos en la sopa y la envidia es el tributo que los mediocres le pagan al genio(a como dice Oscar Wilde), la ausencia de Lázaro fue aprovechada por un rival suyo para echar dudas sobre su manejo de los fondos del museo. Lázaro, siempre probo, pidió que hicieran una investigación judicial y pronto su honor se vio libre de tacha. Sus acusadores hasta le ofrecieron disculpas. En 1788 visitó el Vesuvio, cerca de Nápoles, y otros volcanes en las islas Lipari y Sicilia. 4 años después publicaría un extenso trabajo sobre las investigaciones realizadas ahí. Uno de los grandes dolores del a vida de Lázaro sedaría cuando su amigo, el emperador José II de Habsburgo, murió súbitamente en 1790. Lázaro, aunque siempre siguió siendo curioso como gato chiquito, se fue entristeciendo y se murió de una apoplejía el 12 de febrero de 1799 en Pavía.

Admirado por muchos, envidiado por varios, adorado por los estudiantes, Lázaro Spallanzanni fue un genuino workaholic desde joven. Incansable viajero, buen maestro, gran investigador y hombre probo a carta cabal, pocos científicos reúnen tantas virtudes como él. A sus estudios sobre la conducta de los murciélagos debemos los conocimientos que permitieron que en el siglo XX se desarrollara el radar oportunamente para ayudar a los Aliados durante la II Guerra Mundial. Las bases de la moderna vulcanología fueron establecidas por él...así como los fundamentos de la meteorología actual. Pero sus mayores aciertos los logró en el campo de la fisiología. Hizo buen trabajo investigando sobre la respiración, y es uno de los precursores de la inseminación artificial en los animales ya que se dedicó minuciosamente a estudiar su proceso de fertilización desde 1780. En el campo de la digestión, pudo probar que este proceso no era solamente de trituración sino que también involucraba jugos gástricos en el proceso. Irónicamente, Lázaro, quien comprendía tan bien el proceso digestivo, sería una frecuente víctima de la dispepsia y gastritis, ya que era muy bueno a la muela y a menudo se excedía con el consumo ilimitado de los dulces. Y como muchos buenos gourmets son buenos cocineros, los numerosos amigos de Lázaro afirmaban que tenía excelente cuchara.
Amante de la naturaleza en todas sus formas, Lázaro tuvo incontables mascotas, desde un perro llamado Dragón(nombrado así por su apetito y mal aliento) hasta un caprichoso gato Manx llamado Romeo, regalo del emperador José II de Habsburgo. Reza la leyenda que Lázaro aprovechó la desinhibida líbido de su gato cola chinga para estudios de la fertilidad animal. Nunca se ha podido confirmar el rumor de que entre Lázaro y Elisabeth Pavónyi, una acaudalada viuda húngara que fue madre de tres de los alumnos del científico, hubiera tanto arrumaco que hasta un niño naciera de esa relación adulterina. Para colmo, las cartas entre Lázaro y Elisabeth se ”perdieron” poco después de la muerte del genio, y no faltamos los chismorrones que le echemos el muerto de esa pérdida de documentos a la conflictiva familia política de la joven viuda, quien era mantenida a mecate corto por los hermanos del finado.
Hoy en día, cada vez que se habla del radar, la inseminación artificial, la vulcanología o la meteorología, debemos de rendirle el charro a un italiano cuyas energías hicieron posible tanta acumulación de conocimientos que nos han beneficiado a todos.

Adolfo Hitler


LADYKILLER POR EXCELENCIA: ADOLFO HITLER

Una de las figuras más odiadas de la historia es in¬dudablemente el austríaco Adolfo Hitler, quien causó la muerte no solo de más de 6 millones de judíos, sino que también causó una devastación en Eu¬ropa a como no se dio en todas las guerras anteriores puestas juntas. Sin embargo, aunque haya sido un ma-sacrador sobresaliente, nadie le puede dejar de rendir el charro que como político logró ascender vertiginosamente hasta ser considerado, muy a pesar de muchos, como un genuino estadista. Lo que muchos no saben es que Hitler fue un genuino matahembras, ya que muchas de ellas optaron por el suicidio tras haber retozado con él.

Hitler vine al mundo en Braunau, Austria un 20 de abril de 1889 en el seno de una familia dysfuncional. Su pa¬pá Alois era un agrio resentido social debido a que ha¬bía sido engendrado fuera de matrimonio por su madre Ana Maria Schicklgruber cuando ésta, siendo una sir¬vienta irresponsable y golosa, había sido preñada por el hijo de su patrón. Toda la amargura de haber sido un bastardo que pasó penurias y pobreza porque el hijo del patrón (por cierto judío y acaudalado) no lo quiso recono¬cer, Alois era un padre odioso y regañón. Karla, su ma¬dre, era una pobre pusilánime que de los siete hijos que manufacturó con el chinchintorro Alois, 4 murieron pre¬maturamente, otro era débil mental y uno de ellos era completamente idiota, por lo cual lo mantenían oculto para evitar bochornos. De muchacho, Hitler era pleitis¬to y soñaba con ser un gran pintor.

En dos ocasiones lo suspendieron en exámenes de primer ingreso a la Aca-demia de Bellas Artes en Viena, y tras dejar el hogar an¬duvo posando en cuartos infestados de chinches y ra¬tas para huir del servicio militar. Se mantenía escasa-mente haciendo grabados, copias de cuadros y carteles publicitarios. Al estallar la primera guerra mundial, Hitler se sumó a un regimiento de infantería bávaro y perdió el miedo a las armas, destacándose en acciones béli¬cas hasta el punto do ser condecorado dos veces con la Cruz de Hierro. En 1920 se incorporó al Partido del Trabajo alemán y pronto lo convirtió en una organiza¬ción paramilitar. Un 8 de noviembre de 1923 le dio por incitar al gobierne bávaro a rebelarse contra la repúbli¬ca de Weimar, y esto lo aterrizó con una condena de 5 años en la cárcel, donde humeando de ira, escribió su famoso libro Mein Kampf (Mi Lucha), el cual luego sería como biblia para los nazis.
Hitler tras salir de la cárcel recuperó el tiempo perdido a como mejor pudo, y aprovechando el estado piltrafoso en que quedó Alemania tras la sopapeada que le pe¬garon los Aliados en Ia Primera Guerra Mundial, Hitler usó su hipnotizante retórica y gran carisma para ganar terreno político, y para 1933 fue nombrado canciller.
Una vez ejerciendo sus funciones, eliminó a sus adversarios¬ políticos y fundó su propio ejército de camisas pardas (unos 100 mil adeptos) y el 30 de abril de 1934 urdió la sangrienta matanza de La Noche de los Cuchi¬lIos Largos que tanto daño y llanto causó a los judíos. U¬na vez de mandamás de Alemania, comenzó abierta¬mente su política antisemita, le puso precio a la cabeza de grandes judíos come Einstein (quien se vio obligado a huir a Estados Unidos) y el 1o. de septiembre de 1939 envió sus tropas a cruzar la frontera polaca. Hitler ocu¬pó Renania, se comió los Sudetes checoslovacos y así desató la segunda guerra mundial. Para 1944, falIó un complot de asesinato contra el Führer y Hitler se rego¬deó en recetarles muertes lentas y penosas a los cons¬piradores: los colgaron con cuerdas de piano y se los reanimaba con agua helada cuando ya parecían estar muriendo En 1945 ya Hitler se percataba que su Impe¬rio de los Mil Años mediante el cual pensaba someter al mundo se le caía a pedazos. Hitler entonces come buen cobarde hizo operación cusuco y se metió a su bunker debajo de la cancillería, donde después de casarse con su concubina Eva Braun, se suicidó un 30 do abril. Cuan¬do encentraron su cadáver chamuscado, descubrieron que el Führer solo tenía un testículo.

Sobre Hitler se han tejido toda suerte de leyendas. Se cree que su odio por los judíos se debía a que su abue¬lita materna fue burlada por uno de ellos, y Hitler era 1/4 judío. El gran amor de la vida de Hitler fue Angela Ge¬li Raubal, la hija de una hermanastra a quien la llama¬ba “adorada sobrinita”. Básicamente heterosexual, aun¬que afirman algunos que lo vieron besuqueándose apasio-nadamente con Albert Speer y otros oficiales nazis, Hi¬tIer no resultaba demasiado atractivo físicamente, pero el poder que fue adquiriendo luego resultó buen afrodi¬síaco. Hitler ya contaba con 40 años cuando se hizo cargo de Geli, a quien convirtió en su amante. La cela¬ba hasta del airo, y la forzaba a posar desnuda en las poses más obscenas imaginables. Geli también era regularmente azotada y sometida a toda suerte de prácticas sadomasoquistas, y ella se vengó de su protector siéndole infiel con su chofer (Emil Maurice) y varios es¬coltas de su “tío’.En 1931 Geli no soportó más su jaula de oro y utilizando la pistola de Hitler se dio un tiro di¬rectamente en el corazón. EI impacto sobre Hitler fue tan grande que había que vigilarlo para que no se sui¬cidara, tan deprimido quedó por el suicidio de Geli.

Tras la muerte de Goli, Hitler conoció a Renate Muller, una menuda y linda chela que era una de las más populares actrices alemanas. Renate se hizo amante de Hitler pero en 1937, suspendió sus relaciones y en oc¬tubre de ese año, Renate se Ianzó desde la ventana de su apartamento 12 metros hacia el vacío en un aparen¬te suicidio. Otros creen que Hitler, descubriendo que tenía amores con un judío, la hizo defenestrar. En 1939 la inglesa Unity Mitford se suicidó mediante un tiro tras una riña con el Führer. Vegetó por 9 años con una bala alojada en el cerebro. Antes de ella, Suzi Liptauer se ahorcó tras una cita nocturna con Hitler y Maria Rel¬ter, apodada Mimi, quiso hacer lo mismo pero logró so¬brevivir casi de milagro a su roce con la muerte.



Marle¬ne Dietrich, una de las mujeres más seductoras de la historia y famosa come actriz en la Alemania Hitleriana, le cantó un estruendoso no al Führer cuando Hitler quiso seducirla, y su rabia fue tan grande que se exilió en Estados Unidos, desde donde enfureció aún más al chacal cuando fue a divertir a las tropas de los Aliados.
Eva Braun era una conocida actriz de medidas perfectas pero un cero a la izquierda intelectualmente hablan¬do cuando Hitler se prendó de ella. Hitler era 23 años mayor que ella, y ya desde 1932 tenían relaciones. Pa¬ra colmo la pobre Eva había nacido con un defecto congénito quo consistía en proporciones anormalmente pequeñas de sus menudencias, y Hitler la obligó a so¬meterse a largas y dolorosas intervenciones quirúrgicas para que ella lo pudiera complacer. Una vez que Eva ya estuvo apta, el ginecólogo que la operó fue ‘silenciado” en un raro accidente automovilístico. Eva pasó muchos años como amante cómoda, sin protestar aún a sa¬biendas quo su hombre andaba con otras. Eva afirmaba que se sentía frustrada a veces, pero no dudó en casar¬se con Hitler cuando ya la guerra la perdía la Alemania nazi. Encerrada junto a su Führer en el bunker, Eva Braun contrajo nupcias con Hitler un 29 de abril de 1945. Al día siguiente, cumpliendo el pacto de suicidio convenido con su amado, se tragó una buena dosis de cianuro y murió. Para entonces ya Hitler optó por darse un tiro.

Los médicos soviéticos que analizaron el cadáver de Hitler se toparon con una gran sorpresa al descubrir que en el escroto solamente existía un testículo. Hitler durante toda su vida tuvo muchas relaciones sexuales, pero nunca mujer alguna salió preñada de él. El matrimonio entre Klara y Alois Hitler, sus padres, era una endogamia, y tuve que ob¬tenerse una dispensa papal para poderse celebrar. Hitler siempre pensó que su sangre estaba contaminada, y solía aplicarse sanguijuelas para purificarla. Hitler además era fácil presa de charlatanes que le ofrecían conservar su salud y vigor sexual hasta una vejez avanzada. Consultaba a menudo el horóscopo y creía cualquier predicción que le hi¬cieran brujas o astrólogos. Hitler con su carácter dominan¬te exigía total sumisión de quienes le rodeaban, y tras el atentado fallido en su contra en 1944, se volvió aún más neurótico y exigente. Entre sus admiradores el Führer con¬taba al ex rey inglés Eduardo VIII y su esposa Wallis, quie¬nes albergaban secretas esperanzas de que si Hitler triunfaba en la segunda guerra mundial, quizás podría restituir¬lo al trono a Eduardo. Un gran poder de persuasión era uno de los grandes dones de este criminal, ya que logró ador¬mecer a los alemanes para que lo siguieran en uno de los episodios más espeluznantes de la historia.

Los escandalosos faraones del Nilo


ESOS ESCANDALOSOS FARAONES DE EGIPTO

Muchos ignoran que el nombre de faraón para designar al rey egipcio no es autóctono, sino que esta palabra es derivada de una mezcla de griego con hebreo y se usa solo para los antiguos gobernantes de la Tierra del Nilo. En realidad nadie que merezca su salario como genuino historiador puede decir a ciencia cierta y exacta cuántos faraones reinaron en la antiguedad, ya que muchas veces había “un rey cada cien kilómetros” por citar a Churchill. Hay consenso entre los hijos de Herodoto que el unificador fue un robusto, tozudo y cruel monarca llamado Menes, quien usando las guerras como calistenia logró forjar el embrión de lo que llegó a ser Egipto en sus mejores momentos. En la cuarta dinastía brillaría la figura del peludo Keops o Khufu, a quien recordamos por haber construido la enorme mole de la pirámide que lleva su nombre en Giza. Este hirsuto soberano fue sucedido en el trono por Radjedef-habido con una esposa menor o dicen las malas lenguas hasta con una sirvienta-y el reino de este chico tuvo un abrupto final cuando sus enemigos lo despacharon sin visa ni alas al otro mundo.
Amenemhet I luego fue el primer gobernante de la duodécima dinastía, y el primero que se ocupó de los historiadores para dejar testimonio de cuanto hacía, ya fuera porque el ego no le cabía en el cuerpo o porque era muy erudito. Este señor no venía de cuna de oro, y se cree que fue el visir( una especie de primer ministro) bajo el reino de su antecessor Mentuhotep IV, de quien se dice que por ser chiclán no dejó heredero. Amenemhet era más sagaz que un zorro, y se lee en una inscripción que tras la muerte de Mentuhotep IV arribaría un gran jefe al poder y tras él la prosperidad y mucha lluvia para la fertilidad de la tierra. Rápidamente se despachó a sus dos rivales, Inyotef y un príncipe nubio, haciéndoles pasar “a mejor vida.”Se ubica el reino de Amenemhet entre 1991 y 1962 antes de Cristo, aunque algunos opinan que fue faraón entre 1994 y 1964 antes de la era cristiana. Amó con locura a su esposa principal Nefrytatanen, de quien se dice que tenía hechiceros ojos azules y le bailaba desnuda cubierta de miel. Senusret I, hijo de Nefrytatanen, lo sucedería al trono. Fue un buen gobernante quien consolidó el aparataje estatal. Fue un gran comandante militar también. Lástima que tan buen rey tuviera una final escandaloso: en un complot urdido por las mujeres de su harén resultó asesinado mientras su heredero-quien ya era su co regente- andaba en campaña en Libia. La leyenda cuenta que aún estaba respirando cuando le sacaron las tripas a navajazo limpio.
Una de las dinastía más interesantes fue la que lleva el número 18. El tercero de los monarcas de esta dinastía fue un hombre que no nació príncipe, mas fue un gran military y luego tremendo administrador: Tutmosis I. Se sabe que su madre- Semiseneb-era muy gorda, y que se casó enamoradísimo de Ahmose, la hermana favorita del faraón Amenhotep I. Esta reina que él escogió era la hija de Ahmosis I su esposa favorita Nefertari. Con Ahmose Tutmosis I tendría tres hijos: dos debiluchos machos que se murieron chiquitos, y la fabulosa Hatshepsut. Luego Tutmosis I se llevó al lecho a una hermana menor de su propia esposa y engendró con ella al enclenque Tutmosis II, quien como faraón solo daría lástima. Tras la muerte de su esposa Ahmose, Tutmosis I se casó con su propia hija Hatshepsut, a quien adoraba desmesuradamente. Tanto la quería que hizo construir una tumba para que una vez que él se muriera y lo enterraran, hubiera espacio para echar la momia de Hatshepsut cuando ella pateara la cubeta en 1458. Hatshepsut se tuvo que casar con su hermanastro Tutmosis II, quien solo vivía con jaqueca y no era buen administrador. Como esposa de Tutmosis II, ella era el real poder detrás del trono pues era astute, erudite y muy trabajadora. Hatshepsut le parió dos hijas a Tutmosis II, y él logró a su heredero Tutmosis III, cohabitando con la sirvienta Isis. Esta hijastro-sobrino de Hatshepsut sería designado por su impotente y pálido padre Tutmosis II como su heredero, pero cuando murió este alfeñique el chavalo estaba muy chiquito para gobernar solo, Hatshepsut fue declarada regente y en menos de lo que canta un gallo, Hatshepsut se delcaró faraona por derecho propio, se vistió de hombre para las funciones públicas, se enamoró del trono yt tuvo como amante a su confidente Senemmot, y procedió a gobernar con gran habilidad. Ver que su trono era usurpado por su ágil madrastra le crió un odio enfermizo hacia Hatshepsut de parte de Tutmosis III. Al morir ella tras gobernar sabiamente por muchos años, Tutmosis haría todo lo possible por borrarla de la historia, desecrando su tumba y llevando su momia lejos del sepulcro donde yacía con Tutmosis I, echando abajo sus monumentos y eliminándola de la lista official del trono egipcio. Gran guerrero, era adorado por sus tropes ya que confraternizaba a menudo con el soldado común. Sus campañas bélicas más sangrientas fueron contra Siria. Curiosamente, su esposa principal-la que le dio a su heredero-también se llamaba Hatshepsut.
Uno de los faraones más encantadores fue nada menos que el hombre a quien llamamos Ikhnaton, aunque en realidad se llamaba Amenhotep IV. Fue el primer rey de la antiguedad en creer fervientemente en el monoteísmo, llegando a instaurar una religion propia llamada el Culto de Aton, haciendo que los numerosos dioses del panteón egipcio pasaran de moda. Su mama era una bellísima negra llamada Tiy y su papi fue Amenhotep III, su principal esposa fue la inmarcesible Nefertiti. Dado que con su idolatrada primer consorte no tuvo más que seis hijas, fue obligado a buscar al heredero varón con Merytaten, Kiya, Mekytaten y Ankhesenpaaten, hasta por fin lograr al pobre Tutankhamen. Confesaba sentir asco cuando se iba al lecho con otra mujer que no fuera su venerada Nefertiti, a quien le dedicó tiernos poemas de amor, porque este faraón para colmo era poeta. Ikhnaton por estar metido en su onda religiosa dejaba que sus funcionarios hicieran de todo, y esto le granjeó el odio de parte del pueblo. La elite aceptó con cierto gusto el culto al disco solar llamado Aton por el excéntrico Ikhnaton, pero a la plebe esta nueva moda le supo a diablos. Ikhnaton como décimo gobernante de la décimooctava dinastía de Egipto estab destinado a ser una figura trágica ya que luego de su muerte, los egipcios volvieron a sus antiguas practices politeístas. La tragedia se entronizó en la familia real:se cree que tras la muerte súbita de Nefertiti, Mekytaten, una de las hijas de Ikhnaton y Nefertiti, tras haberse casado con su propio padre, dio a luz a un bebé muerto. Akhesenpaaten, otra hija de la pareja, acabó casándose con el deforme y débil Tutankhamen. En 1334 de la era precristiana moriría Ikhnaton prematuramente agotado.
Tutankhamen entra a la historia casi de accidente como gran faraón debido al descubrimiento de su rica tumba por el ingles Howard Carter en el siglo XX. En realidad fue un faraón de mínima importancia, un pobre adolescente con severas taras y cuya muerte premature no le permitioó consolidar ningún plan de gobierno coherente. Se cree que reinó brevemente entre 1334 y 1325 de la era precristiana.La sombra de su padre considerado hereje por haber establecido el culto de Aton le saló la existencia desde niño. A los 9 años lo casaron con su hermanastra Ankhesenpaaten, y luego con otra hermanastra llamada Ankhesenamon. Ambas ya habían sido estrenadas como esposas menores por el padre de ambas, Ikhnaton. Tut estaba bajo las órdenes de Ay, quien era un virtual dictador que a menudo le hacía interjectar “ay”.Homremheb era el otro funcionario quien gobernaba en lugar del joven Tut. Entre ambos funcionarios, impusieron de Nuevo la religion tradicional de Egipto y hasta le cambiaron el nombre a Tut y su esposa. Tut nunca tomó ineterés en hacerse guerrero, dejó sus huestes en manos de Horemheb y tampoco fue buen administrador. Horemheb, dándose cuenta que su señor era débil y pusilánime como rey, ni siquiera lo registró en el listado de gobernantes egipcios. Tut se iría de este mundo antes de los 18 años. Aunque muchos especulan que fue asesinado, otros creen que una infección en una pierna rota le causó gangrena y lo mató. De todas formas, Tut no era un hombre normal. Tenía suficientes dolencias como para llenar un almanaque medico. Su viuda, también adolescente como él , al morirse Tut se vio en manos de hombres poderosos que deseaban seguir rigiendo el destino de Egipto. La pobre Ankhesenamun quiso conservar el trono y buscó Nuevo marido que la afianzara en el trono. Le escribió al rey de los jeteos, Suppiliumas I, contándole sus desgracias y le pidió que verificara su situación. Solicitó la mano de uno de los hijos de este soberano, y Zannanza aceptó su ofrecimiento. Se cree que por órdenes de Ay o Horemheb, el chico no llegó más allá de la frontera pues fue asesinado. La viuda atribulada aceptó al fin casarse con el hediondo Viejo Ay, quien al parecer la hizo desaparecer como nubecilla de alcanfor.
Entre 1279 y 1213, entrando la dinastía número 19 al poder, estaría la magnífica presencia de su tercer faraón: Ramsés II, tan glorioso y bello que muchos gatos llevan su nombre. Era el hijo del faraón Seti I y su esposa Tuya. Llamado Ramsés el Grande, vivió hasta los 96 años, tuvo 200 esposas y concubines, 96 hijos y 60 hijas. Vivió más que 13 de sus herederos, nunca tuvo un resfrío y fue co-regente desde en vida de su augusto papi, con quien se fue en campaña military a deschincacar Libia. A los 22 años, Ramsés ya andaba en campaña dando Guerra en Nubia. Al morir Seti I en 1290 antes de Cristo, Ramsés llegó al trono con grandes planes y ganas de aporrear sirios. Su heroicidad en la batalla de Kadesh se lee en las paredes de su templo. Gran constructor y erudito monarca, Ramsés al morise de puro Viejo fue sucedido al trono por su trigésimo hijo manufacturado con su reina Istnofret . Los cristianos lo recuerdan porque se cree que fue al faraón al que le tocó aguantar las protestas de los hebreos cuando estos decidieron salir de la esclavitud de Egipto y al mando de Moisés salieron huyendo.
La última dinastía en regir Egipto fue la Tolemaica, llamada así pues descendían del general Tolomeo, uno de los líderes de las huestes de Alejandro Magno. Tras la muerte del bello conquistador chele, Tolomeo se hizo al trono de Egipto y ahí, de su simiente, brotó la interesante dinastía que incluiría algunas reinas más alborotadas que loras en guanacaste. Hubo 7 Cleopatras en total, aunque la más famosa y erudite fue Cleopatra Filopator VII, con quien se cerró con broche de oro esta dinastía al colocarse esta seductora mujer un áspid para que le picara el buche y no la pescara viva Octavio de los romanos. Entre los años 81 y 80 de la era precristiana, Cleopatra Berenice fue hija de Tolomeo IX Sotero, y se casó con Tolomeo X Alejandro. Tras la muerte de su esposo, mandó sola por un año. Pero se vio forzada a casarse con su joven hijastro, quien 19 días después de las nupcias, este chico a quien conocemos como Tolomeo XI la asesinó para mandar solo. Berenice IV, reina entre 56 y 55 antes de Cristo, era hija de Tolomeo XII y fue regente por él por tres años, cuando Tolomeo XII estuvo en exilio. Al inicio tuvo como co regente a su propia madre Cleopatra V hasta que la mami murió. Berenice se vio forzada a casarse y lo hizo con Seleuco Kybiosatkes. Tras gozar del tálamo nupcial, días después de la luna de miel hizo estrangular al maridito. Su Segundo consorte fue Arqueleo. Para entonces el padre de Berenice juntó suficiente plata y volvió a Egipto. Derrotó a las huestes de su nuevo yerno y el papi de Berenice volvió a mandar. Uno de sus primeros actos fue ejecutar a su intrigante hija Berenice.

Los perezosos de la historia


LOS HOLGAZANES MÁS GRANDES DE LA HISTORIA

Hace unos años entre pupilos de clase de cocina de una universidad de garaje, Eric con cara de asco y rabia me dijo,”Odio tocar cebolla, y hacer nada en la cocina! No era posible que ud. hubiera puesto a su sirvienta a picar todo este chanchadal para después solo mirar yo como se hace? No ando ganas de hacer nada!!!”Tratando de controlarme para que mi conteo de azúcar no reventara un glucómetro, me dije a mi misma que el adolescente estaba en excelente compañía con los haragancetes más connotados de la historia.
La pereza, a lo largo de los tiempos, siempre ha sido la madre de todos los vicios, y grandes figuras no se han capeado de ella. Olimpia, la libidinosa madre de Alejandro Magno, era muy dada a pasar en día entero sin hacer absolutamente nada, Dado que el cuerpo ocioso y la mente desocupada son buen taller para el diablo, no tuvo mejor idea que mandar a asesinar a su esposo Filipo II de Macedonia cuando el rey optó por repudiarla y conseguirse nueva esposa. Alejandro por su parte debió encontrarse otra haragana más en la bella pero inútil personita de Roxana, princesa bactria con la cual se casó en primeras nupcias. Roxana solía pasar el día entero echada consumiendo uvas y con dos esclavos masajeándola suavemente. No sería el único personaje de la antigüedad que sucumbiera ante la haraganería. Entre los emperadores romanos, Nerva se destacó por su falta de vigor para asumir las riendas del poder, pero fue superado por el obeso Vitelio, quien combinaba su holgazanería con la más militante glotonería, a tal punto que cuando fue el mandamás de Roma, se pasó la vida de banquete en banquete hasta que el pueblo lo depuso y echó sus grasientos restos al Tíber. Cómodo, hijo del muy trabajador Marco Aurelio, fue otro emperador romano que se entregó a la molicie. Si no estaba echado como cúcala imbañable, andaba haciendo torticerías y el ridículo jugando a ser gladiador.
El conteo de haraganes siguió subiendo en la Edad Media, cuando la hija de Leonor de Aquitania-María de Champaña-se negaba a hacer absolutamente nada de las 13 horas en adelante. Aunque esta francesa es conocida por haber establecido junto a su vigorosa madre las cortes del amor, no movía ni un dedo en su propio castillo. Hermano de madre de María fue Juan Sin Tierra, rey ingles cuya abulia lo llevó a nunca poder escribir de corrido...a tal punto que sus barones al obligarlo a aceptar la Magna Carta no lo vieron firmar, sino que solo hizo un garabato desdichado al pie del pliego. Isabeau de Wittelsbach, esposa del rey galo Carlos IV El Loco, fue otra monarca medieval que se dedicaba solamente a estar peinando la culebra y planificando a quien se iba a echar de amante próximamente.
Muchas veces la holgazanería y la realeza iba de mano en mano. Humayún, hijo del brioso Babar el Tigre y padre del gran emperador mugalo Akbar el Grande, era tan inútil y perezoso que perdió su trono por varios años por no querer levantarse temprano. Su misma muerte se debió a que no quería ni levantar los pies para caminar, y acabó enredándose en sus propias patas al pie de una escalera por su disgusto de tener que caminar. Entre los otomanos, algunos de sus sultanes y mujeres favoritas fueron dignos ejemplos de lo que en Nicaragua llamamos vulgarmente “boludencia”.Gulbehar Mahi Debran, primera mujer de Solimán el Magnífico, tras parirle a su primogénito Mustafá, se hizo una guasimbora fofa y celulítica asquerosa pues no se levantaba de su diván ni para beberse un vaso de agua. No es de extrañarse que Solimán pronto la reemplazara con la astuta y muy ágil Khurrem. Selim II, hijo de Solimán el Magnífico y su adorada pelirroja Khurrem, resultó ser un perezoso de cuidado ya que como sultán pasó a la historia como Selim el Borrachín. Pasaba horas aplastado en su cama bebiendo cantidades navegables de vino, y dicen las malas lenguas que mandó a conquistar Chipre para garantizar que nunca le faltara el vino de esa isla. Sechir Para, la elefantiásica armenia de genitales monstruosos (favorita del sultán otomano Ibrahim I El Desquiciado) pasaba en cama engullendo dulces mientras su amo contemplaba su enorme pudenda rasurada, siendo todo un monumento a la pereza y la gordura. Reyes como Francisco II de Francia(quien además era tarado y malcriado), la zarina Ana de Rusia(quien no atinaba ni a abotonarse sus vestidos solita), Enriqueta María(esposa del desafortunado rey ingles Carlos I Estuardo, quien perdió la cabeza a manos del parlamento ingles), Jorge IV de Inglaterra(quien tenía un criado hindú solo para hacerle el shampoo),Luis XV(quien no amaba gobernar, solo pasar en cama con una hembra alegre), Isabel II de España(reina borbónica quien fue destronada y quien tuvo un montón de amante antes de hacerse de una silueta como una fotocopia de un rinoceronte albino).En España también, las consecuencias de la pereza no se hicieron esperar cuando Felipe III no solo no quiso gobernar, dedicándose solo a placeres y molicie dejando el mando en poder del Conde-Duque de Olivares. El mismo Felipe III murió asfixiado cuando se ausentó el criado que retiraba el sahumador. El rey estaba tan haragán que no retiró dicha fuente de humo, muriendo como consecuencia. Soberanos como Senzangakona, padre del formidable Shaka Zulú, fueron haraganas hasta para engendrar a sus sucesores, y cuentan las malas lenguas con la mía por supuesto a la cabeza del desfile que fue la libidinosa Nandi la que aprovechando que el reyezuelo zulú flotaba en el agua de una poza como lagarto, se le subió encima para manufacturar al futuro unificador de los zulúes! En el siglo XX, Farouk I de Egipto fue el summum de la pereza dedicándose a beber gaseosas y vino echado, llegando a ser un monumento de vicios y obesidad. Amantes de reyes pasaron a la historia como gloriosas haraganas: Barbara Villers (favorita de Carlos Ii Estuardo de Inglaterra, le parió varios bastardos), María “La Golosa” Calderón(actriz que fue favorita de Felipe Iv de España y quien se supone le contagió la sífilis), Madame Atenais de Montespán (querida de Luis XIV el rey Sol, quien le tuvo varios espurios...por cierto se hizo una bola de sebo de pasar solo echada), y Domitila Marquesa de Santos(querida de Pedro I del Brasil, quien era tan haragana que tenía 6 esclavas solo para bañarse).Otras reinas se hicieron campeonas de la molicie, entre ellas Sofía Dorotea(esposa de Federico Guillermo I de Prusia, y madre del gran Federico II). Sofía casi se muere cuando su esposo la legó a levantar de las mechas y le gritó,”Vos, chancha, boluda, siquiera levantáte hoy en mi honor porque hoy me voy a morir!”Sofía ni siquiera lloró cuando su cónyuge murió pocas horas después, y nunca le perdonó que la hubiera puesto por varios años a lavar su propia ropa. Otras reinas holgazanas fueron la odiada Ma. Antonieta de Francia y la zarina Alejandra de Hesse(cuya holgazanería precipitó la revolución bolchevique), sin olvidar a la tufosa emperatriz Eugenia de Montijo, a quien su propio esposo Napoleón III catalogó de la mujer más superflua del mundo. Y aunque muchos reyes y reinas fueron haraganes, este vicio tan contagioso se dio tambien entre plebeyos. El compositor ruso Alejandro Glazounov perdió su empleo cuando no le pudo producir a Sergio Diaghilev de los Ballets Rusos una partitura, cediendo el paso al dinámico Igor Stravinsky con su Pájaro de Fuego. No se quedaban a la saga los presidentes gringos Ulises Grant (quien era ayudado a ser haragán por su botella de whisky)y Herbert Hoover (quien no supo manejar las riendas económicas del país),Marylin Monroe (quien llegaba al estudio a mediodía aún bostezando), Constancia Weber (la fea esposa del genio Wolfgang Amadeus Mozart )y la poetisa gringa Edna Saint Vicent Millay, quien además padecía de goma crónica.

Los homófobos de la historia


LOS HOMOFOBOS MÁS CONNOTADOS DE LA HISTORIA

Hace unos días, un iracundo internauta me acusaba, sin consultar su diccionario, de xenofobia (odio a los extranjeros) cuando en realidad quiso decir homofobia (odio a los homosexuales) debido a que Ricardo Corazón de León jamás ha sido santo de mi devoción por lo sanguinolento y cruel, no porque haya sido gay. En realidad, teniendo en mi árbol genealógico a un notable bardo renacentista que fuese gay, la acusación no tiene cabida pues además, una buena parte de mis grandes amigos son "del tercer sexo". A lo largo de los tiempos, muchos personajes históricos sí pecaron de homófobos.
Vercingétorix, adolescente auvernio quien casi derrota a las legiones romanas de Julio César cuando éste llegó a conquistar las Galias, detestaba a los gays con una pasión regio. Quiso el destino que este bello teenager de trenzas rubias se viera asediado por uno de los "gallo/gallinas" más famosos de la historia: precisamente su conquistador Julio César! El odio de Vercingétorix por su homosexual captor fue tal que durante casi seis años de cautiverio en Roma, se negó a ceder ante sus insinuaciones y esta negativa acabó costándole su vida cuando apenas comenzaba la veintena de años. La intolerancia hacia los gays fue otra característica de Liu Bang, conocido también como Gaozu. Este mandamás chino detestaba tanto a los miembros del Tercer Sexo que opinaba que debían de ser castrados para que no "pervirtieran a los menores", Liu Band personalmente capó a dos esclavos suyos al pescarlos en arrumacos.
Una de las grandes homófobas de la historia fue la avispada Julia, hija del primer césar romano Augusto. No se sabe si es porque a esta ninfómana romana le tocó competir con varios efebos por los favores de algunos machos de la especie, pero la hija del mandamás expresaba que todos los homosexuales debían ser quemados vivos. Amalasuntha, reina de los ostrogodos, también profesaba particular odio por los gays porque afirmaba que era contra natura su expresión amorosa. La cosa se puso peor cuando su hijo, quien iba a heredar la corona, comenzó a tener devaneos con otros chicos ya siendo adolescente.
San Agustín, quien en su juventud fue uno de los bacanaleros más grandes de su época llegando a dejar desatendido un bastardo que tuvo, tras convertirse al cristianismo arrugaba la cara ante los homosexuales, afirmando que quienes padecían de lo que él llamaba "la perversión griega" estaban destinados a nunca tener paz en la vida eterna. Igual de intolerante resultaba el bizantino emperador Alexis V Murzúfulo, quien opinaba que los gays no eran de fiar para nada y debían estar más allá de los muros de una ciudad decente.
El lord inglés Roger Mortimer odiaba con una pasión visceral a los homosexuales, y quizás por este prejuicio fue que no tuvo piedad cuando en conjunto con la reina Isabella, depusieron al monarca Eduardo II(por cierto uno de los gays más encantadores de la historia)y lo hicieron asesinar en el castillo de Berkeley en una de la formas que obviamente debe ser la viva pesadilla de cualquier gay. Genghis Khan, gran señor de las estepas, consideraba muestra de debilidad en un hombre el hecho que prefiriese a los de su mismo sexo, y no permitía el menor asomo de homosexualismo en sus tropas. Varios gays que tuvieron la sal de ser pescados in fragantis fueron eliminados de la forma más aparatosa posible por el invencible Temudjin.
En el siglo XV, el heroico príncipe transilvano Vladimir Drácula "El Empalador" adquirió un odio fabuloso contra los gays después que estando cautivo como adolescente en el harén del sultán otomano Mehmet II, donde su hermano menor se vio convertido en chico de placer. Drácula no solo se negó a perdonar a los turcos por la desviación de su hermano, sino que gozaba empalando homosexuales-ya fueran rumanos, turcos o húngaros-porque los consideraba tan lacra social como las meretrices, mendigos o pillos. Esta homofobia indudablemente manchó el buen récord de gobernante probo que dejó el apuesto Drácula, quien sigue siendo venerado en su patria como un gran prócer.
Felipe IV de Francia, rey a quien conocemos como El Bello, llevó su odio hacia los homosexuales a un nivel extremo cuando se metió en un pleito de padre y señor nuestro con el papa de turno, Bonifacio VIII. Aunque la rebatiña originalmente fue por dinero, Felipe aprovechó para humillar al papa mandándolo a azotar en las posaderas con Guillermo Nogaret, quien a la hora de la tunda llamó al pontífice cualquier improperio que se imaginen alusivo a su preferencia sexual. Jan III Sobiesky, el buen rey polaco quien salvó a los Habsburgo en 1683 al verse en Viena asediada por los otomanos, era otro que expresaba aborrecimiento hacia los gays. Una vez dijo,"Uno debe ser mentecato de gran monta para querer tocar a alguien que tiene lo mismo que uno anda puesto…y desdeñe a una mujer!"
El gran monarca mugalo de la India Aurangzeb, musulmán hasta el fanatismo, se horrorizaba ante la idea que alguien en su corte practicara el homosexualismo, y en varias ocasiones hizo decapitar a esclavos que preferían a los hombres. El noble francés Enrique de Guisa, llamado el Duque Acuchillado, a cada rato le enrostraba al monarca galo Enrique III su preferencia por los machos, llamándole por los nombres más indecentes posibles. No es de extrañarse que Enrique III de Valois, acumulando odio político con los insultos recibidos, hiciera guiso de sangre del pobre Guisa.
Luis XIV, llamado el Rey Sol, fue otro monarca galo que no tuvo mucha tolerancia para los gays, a pesar de que tenía uno en casa: su propio hermano Felipe de Orléans. Aparte de Felipe, el fastuoso y machazo Luis XIV aborrecía a los gays, y en varias ocasiones hizo que le cortaran orejas o narices a lo que él llamaba "Les cochons sodomites."(Nota:en francés cochon es cerdo, para no confundirse con el término vulgar con que designamos a los gays en Nicaragua!).
Shaka Zulu, gran unificador de su nación y el monarca guerrero por excelencia, no toleraba un solo amaneramiento entre sus tropas, y cuando uno de sus guerreros del Fasimba(régimen élite que eran sus escoltas) fue encontrado en caricias con un adolescente de 12 añitos, Shaka los hizo ejecutar a ambos por "tamaña deshonra."La reina inglesa Victoria fue otra homófoba de cuidado gracias a su hipocresía y pudibundez, y fue durante su reino que se llevó a cabo el asqueroso juicio contra el genial Oscar Wilde, quien fue sentenciado a prisión por sus preferencias sexuales.
En el siglo XX, uno de los grandes genocidas fue un homófobo consuetudinario y con su itinerario: Adolfo Hitler. Este chacal, a pesar de que él mismo solía besar efusivamente a Albert Speer o Hermann Goering, hizo que todos los gays a su alcance fueran remitidos a los campos de concentración y distinguidos de los otros presos con símbolos y colores propios. José Stalin sanguinolento sucesor de Lenin en lo que fue la Unión Soviética, también persiguió a los gays. Entre los gringos más homófobos de la historia figuran los escritores William Faulkner y Ernest Hemingway, quienes se consideraban tan ejemplares protomachos que gustaban de pegarle a los miembros del "Tercer sexo." Para colmo, el rey del rock Elvis Presley fue otra figura famosa que odió tanto a los gays que especificaba en sus clasificados cuando buscaba personal que jamás se le apareciera solicitando trabajo uno de ellos.
Es indudable que a lo largo de la historia, la intolerancia hacia los que tienen el gusto por su propio sexo ha sido un cáncer que ha carcomido todo tipo de sociedades. Sin embargo, a todos estos personajes que han odiado a los gays no los podemos exhumar para darles una azotaína o echarles presos por su opinión. Caeríamos en la misma intolerancia que tanto denunciamos, no?