romances estrambóticos

LOS ROMANCES MAS ESTRAMBOTICOS DE LA HISTORIA

Muchos de los romances de la historia comenzaron de la forma más inusitada, a veces con encuentros bizarros que acabaron en boda, o en la cama.
El Duque de Wellington, quien estaba destinado a derrotar al arrogante Napoleón Bonaparte en Waterloo, conoció a su futura esposa en casa de un amigo antes de ser enviado en misión a la India. Wellington se fue enamoradísimo de la muchacha y le escribiría cientos de cartas, pero cuando por fin regresó lamentó haberla pedido en matrimonio pues la chica se había vuelto fofa y fea. Wellington se casó con ella cumpliendo su palabra, pero fue opíparamente infeliz.
La gran monarca angolana Ana Nzingha fue una gran guerrera que luchó contra los portugueses que comerciaban con negros para esclavos y querían colonizar el Africa. Durante una batalla, Ana Nzingha regañó a uno de los soldados por haber arriesgado innecesariamente a su elefante(los elefantes eran usados como transporte militar en aquellos entonces, y gozaban de alta estima).Fue tan grande la ira de la monarca que le pegó, escupió y mordió al soldado. Sin embargo, el joven guerrero en posterior batalla se mostró muy valiente, matando a varios portugueses, y la recompensa por su actuación no tardó en llegar. La reina quien antes lo había revolcado e insultado mandó por él para pasar una noche de amor, ya que el muchacho era guapísimo y además tenía gran sentido del humor. Quizás Ana Nizingha se hubiese metido a líos amorosos más serios, y hasta me atrevo a especular en cuanto a una boda secreta, pero el destino quiso que el valiente chico cayera en combate. Ana Nzingha pasó fuera de color, llorando, por varios días y en su vejez, aún lo recordaba con cariño.
Guillermo de Aquitania, primer trovador francés cuya obra se conserva y conde que fue a las cruzadas, fue un hombre muy enamorado. Sus aventuras eróticas eran incontables, pero por fin, hubo una mujer que lo rindió a sus pies, Dangereuse. El "petit" inconveniente de que era casada y con hijos fue eliminado cuando Guillermo se la robó y la llevó a su castillo, pero el primer encuentro entre ambos se había dado en una fiesta de cumpleaños del marido de Dangereuse. El perro de Dangereuse había mordido al jovial Guillermo en la nalga, y cuando los sirvientes ofrecieron curarle la herida al trovador noble, Dangereuse fue quien lo atendió, notando que "estaba muy bien construido". Con el correr del tiempo, Guillermo-siempre bromista- diría que Dangereuse había comenzado a amarlo por detrás. Guillermo y Dangereuse nunca pudieron casarse porque el pesado del marido de ella pagó buena suma a un obispo para que nunca hubiera divorcio(en aquel entonces el casorio era disuelto solo por la iglesia ya que no había matrimonio civil.)
Guillermo el Conquistador, quien se hiciera con la corona inglesa derrotando al rey Harold II en Hastings un 14 de octubre de 1066, también comenzó su idilio con Matilde de Flandes con un asomo de violencia. Dado que Guillermo era el hijo bastardo de Roberto, Duque de Normandía, Matilde, a pesar de que le gustaba como hombre lo ofendió diciendo que nunca se casaría con él por no tener apellido propio. Guillermo, quien veía rojo cuando le recordaban que era el hijo de la querida y no de la esposa, se enfureció tanto que esperó a Matilde a la salida de la iglesia. Posó sus manos sobre ella, la abofeteó, le rompió la ropa, la pateó y le gritó:"Te casarás conmigo aunque sea lo último que hagas en la vida!" Tras la boda, fueron obscenamente felices.
El flechazo entre la princesa Powhatan Mataoka (más conocida como Pocahontas) y el aventurero inglés John Smith se dio cuando ella lo protegió en ocasión en que los indios iban a acabar con él. Debido a la gravedad de sus heridas, John Smith debió volver a Inglaterra mientras Pocahontas quedaba llorando de cavanga en América. Pocahontas creyó que había muerto su hediondo chele y procedió a casarse con otro John inglés. El clavo fue que cuando el marido de Pocahontas la llevó a Inglaterra a presentarla a la corte, Pocahontas estaba por llevarse tamaña sorpresa. Una mañana, estaba desayunando la bella india cuando los sirvientes le anunciaron que un tal John la buscaba. Era John Smith, ya más viejo, gordo y fofo, pero después de llorar un ratito en sus brazos, Pocahontas recordó que nunca le había escrito y lo sacó a patadas de su casa para nunca más volverlo a ver.
Quizás el romance más insólito sea el que sostuvo el gran independentista, estadista y poeta vietnamita Ho Chi Mihn con una médico francesa. El Tío Ho trabajaba en París como ayudante de cocina en un restaurante d lujo cuando el destino le preparó una cita con quien sería la mujer que más adoró. Claude Jihan, médico casada con un noble francés y madre de tres hijos, llegó con toda su familia a cenar al restaurante donde Ho trabajaba. Al asomarse por una ventanilla desde la cocina, Ho vio a quien él llamó la "mujer más deliciosa del mundo". Convenció a un amigo suyo que era mesero del mismo restaurante que le prestara su uniforme, y ni corto ni perezoso, el vietnamita se vistió para servirle la comida a la familia de la médico. En la charola que llevaba la comida de la doctora, puso un papelito en el cual garabateó:"Preciso verla mañana a las 6 en la puerta trasera del restaurante."Intrigada, Claude Jihan guardó la nota sin que su marido se diera cuenta y al día siguiente acudió a la cita.Ho se la llevó a su habitación de pensión barata y sin más preámbulos ni palabrería, la llevó a la cama sin que ella opusiera resistencia. Meses después, Claude salió encinta de Ho y abandonó a su esposo e hijos. Posteriormente, Claude Jihan tendría una hija del gran caudillo, y aunque nunca hubo boda, la médico francesa y Ho mantendrían buena relación, una copiosa correspondencia y cuando Viet Nam se independizó del yugo francés, Claude Jihan visitó a su amante para ayudar con los heridos. Durante la guerra de Vietnam contra los invasores gringos, Claudia Trung (la hija habida por Ho y Claude)ya convertida en galeno atendería a miles de heridos del Vietcong y mantendría una excelente relación con su papá. En mis tiempos de estudiante en Francia, tuve el gran honor de conocer tanto a la risueña Claude Jihan como a Claudia Trung, y a través de ellas aprendí a admirar y a amar un poco al inefable Tío Ho, quien hoy por hoy es uno de mis ídolos.. probando que el encanto, el ingenio y la magia del gran poeta y patriota vietnamita sigue funcionando aún después de su desaparición física en 1969.