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Ing.Adolfo Urrutia y Cecilia,2005

sábado, 16 de enero de 2010

Romanov o Saltykov?


ROMANOV? LA DINASTIA ADULTERADA

Algunos de los más arrogantes ejemplares de la raza humana surgieron en Rusia como zares, sin embargo, a partir de Pablo I, ninguno de los altivos gobernantes de Rusia que terminaron en el desafortunado Nicolás II eran genuinos Romanov, sino que eran herederos de sangre bastarda introducida por Catalina II de Rusia.
El último zar con genuina sangre Romanov fue el tarado, estéril, loco e impotente Pedro III, nietecito de Pedro I el Grande, sobrino de la voluntariosa emperatriz Elizabeth y mal remedo de marido de Catalina II(quien nació alemana con el nombre de Sofía August de Anhalt Zerbst). Dado que pasaban los años y Pedro III no consumaba su matrimonio con Catalina, Elizabeth perdió la paciencia.La emperatriz tenía un alto concepto de su sobrina política, y esperaba sacarle descendencia a como fuera. Fue cuando la salaz emperatriz le presentó a la esposa virgen de su sobrino a nada menos que al gallardo Gregorio Saltykov.
De los retozos eróticos de la joven Catalina con Saltykov habría de nacer Pablo y aunque posteriormente Pedro III sería operado de fimosis para que pudiera asumir la paternidad de los hijos que manufacturara Catalina con otros, es innegable que Catalina jamás salió preñada de su esposo. De esta forma, a partir del zar Pablo I, ninguno de los monarcas rusos tenía una gota de sangre Romanov, y si no hubieran habido tantos intereses de por medio, se hubieran apellidado Saltykov en honor al semental que fue el padre biológico de Pablo.
Curiosamente, Pablo padecía de un ansia enfermiza por parecerse a su derrocado y asesinado "padre" Pedro III, coincidiendo en que ambos odiaban todo lo ruso y amaban todo lo germano. Pablo al morir su fabulosa madre Catalina II hizo todo por borrar su recuerdo y sus obras, y fue un hombre odiado no solo por el pueblo, sino también por su propia familia. Su primera esposa murió dando a luz al hijo de otro hombre, y en 1801 Pablo fue asesinado en un complot del cual su hijo mayor Alejandro estaba plenamente informado.
Alejandro I como zar fue un hombre controversial. Aunque idolatraba a Napoleón Bonaparte, en 1812 le tocó ver como las tropas del Pequeño Gran Corso llegaron a invadir Rusia. Si mostró o no remordimiento por no haber meneado un dedo para evitar la muerte de su papi, jamás se supo. Al morir sin pena ni gloria, su hermano Nicolás I asumió el trono para convertirse en una especie de detestado polizonte represivo de Europa. Nicolás Pavlovitch Romanov apenas tenía 4 añitos de edad cuando su papi fue asesinado y al momento en que su hermano mayor Alejandro I murió, no tenía muchas ganas de asumir el trono. Para colmo, sabía ponerse bien su uniforme de militar pero de armas y combate no tenía la más chinga idea.
Su reinado fue recordado por su crueldad, la represión contra intelectuales como Pushkin y Dostoyevsky(a quien mandó a matar solamente para conmutarle la pena a prisión e Siberia), y las altanerías de su querida Barbara Nelidov, con quien tuvo varios bastardos. Guapo y vanidoso, no supo dirigir las tropas rusas en la Guerra de Crimea y sus medidas represivas sembraron las semillas de futuras rebeliones.
Curiosamente, el hijo de Nicolás I fue un hombre de muy buen corazón y mejores intenciones: Alejandro II. En 1861 emancipó a los siervos, era de ideas progresistas y esto le costó la vida cuando le lanzaron una bomba en marzo de 1881 que lo dejó más o menos en tucos. Antes de su aparatosa muerte, dio en qué hablar cuando en el primer piso de su residencia tenía en cama a su esposa tísica María mientras en el segundo piso estaba Catalina Dolgoruki-su amante-con los hijos bastardos habidos con ella. A la muerte de Alejandro II, su robusto y gigantón hijo Alejandro subió al trono como Alejandro III. Este hombretón inculto y reaccionario no quiso meterse mucho en guerras y dio un poco de estabilidad al país, pero era todo un dictador que reprimió horriblemente a los pobres.
Su mano de hierro incluso hizo pusilánime a su hijo Nicolás(el futuro Nicolás II), quien tuvo que luchar contra sus propios padres para poderse casar por amor con la dominante y chela princesa Alexandra de Hesse Darmstad, ya que su papá odiaba todo lo alemán. Alexandra por fin logró atrapar a Nicolás para marido y arribó a Rusia precisamente en los días en que murió Alejandro III.Supersticiosos a morir, los rusos la odiaron a primera vista pues decían que había llegado tras un ataúd(el del zar) y que solo traería cosas funestas.
Nicolás II, el zar con el cual acabó la línea de zares en Rusia, fue un títere en manos de su mujer. Aunque tuvo una escandalosa liaison con una balletista llamada Mathilde Kschessinskaya cuando era soltero codiciado(y fue un amorío tan galopante que sus padres lo zamparo en un barco a que fuera al Asia para olvidar), Nicolás desde el primer día de casado fue plastilina en manos de su esposa. Salado a más no poder, su único hijo varón Alexis salió hemofílico porque Alexandra era portadora de tan horrible gen.
Nicolás II estaba destinado a hacer el ridículo al perder la Guerra Ruso Japonesa a inicios del siglo XX, su adorada esposa le colmó la testa de cuernos con Rasputín y para colmar su triste saga acabó asesinado por órdenes de los bolcheviques un 16 de julio de 1918 junto a toda su familiona, incluyendo al perro spaniel Jimmy. La ironía del destino es que la iglesia ortodoxa rusa le hizo a él y su odiosa esposa santos cuando ya de poco les sirve.
De esta forma concluyó la dinastía de zares que en su último trecho debió haberse apellidado Saltykov y no Romanov, como consecuencia de que Catalina II "confundió" la descendencia al haberse refocilado con Gregorio Saltykov en un esfuerzo por "mejorar la raza."

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