Si caminamos hacia el sol dejamos las sombras detrás

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lo dijo William Wallace

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Ing.Adolfo Urrutia y Cecilia,2005

sábado, 23 de enero de 2010

los pata de bolsa de señoronas


LOS “PATA DE BOLSA” MAS FAMOSOS DE LA HISTORIA

Hace poco, alguien me rumoraba sobre el ascenso meteórico de un colega de pocas luces, y me decía el chismoso muerto de risa,”Entró al cargo por el lecho de la Perenceja, es su “pata de bolsa.”Tuve que averiguar sobre el significado del término “pata de bolsa” con el vulgo, y según eso así se designa al amante furtivo o gigoló de una dama matrimoniada en relación al pobre cornudo...
Uno de los “pata de bolsa” más connotados de la historia fue Claudio Cneo, un gladiador tan bello que hasta los tigres se volteaban para verlo pasar. Este pelirrojo de ojos zarcos fue el papi biológico del degenerado pero hermoso emperador romano Cómodo, y tras una “noche de copas” y muchos sestercios, 9 meses después de haber brindado servicios eróticos a la casquivana Faustina, la doña en cuestión parió a Cómodo. El clavo es que el chiquillo, quien vino en un paquete de gemelos pero el otro bebé murió, le fue presentado como propio al estoico pero tolerante emperador Marco Aurelio, quien perdonó esa y tantas otras infidelidades de su libidinosa Faustina.
Otro famoso “pata de bolsa”fue Sennenmoot, un esclavo de origen nubio quien llegó a ser el criado favorito de la valiente faraona egipcia Hatshepsut. Resulta que a la Hat la habían matrimoniado con su medio hermano Tutmosis II en un intento de mejorar la dinastía conservando el poder en familia. No faltan quienes especulen sobre el parecido entre la niña Neferure que parió Hat con las facciones sensuales de Sennenmoot. Para colmo meses antes del parto de la chiquilla, Tutmosis II andaba en campaña lejos de Hat y hasta la vez no hay forma de impregnar a nadie por correspondencia, qué menos en aquellos tiempos remotos de la XVIII dinastía en el legendario Egipto!
Temible “pata de bolsa” resultó ser el mejor trovador de la Francia medieval Guillermo de Aquitania, Duque de Aquitania, Conde de Poitou y abuelo de la famosa Leonor de Aquitania. Conoció a Dangereuse, la mujer de un noble provenzal, cuando ésta todavía estaba felizmente casada. Infatuado de forma incendiaria, el rollizo y romántico Guillermo no descansó hasta que le quitó la mujer al noble, y aunque Dangereuse nunca obtuvo el divorcio para poder legitimar su unión con el gran bardo, vivieron juntos hasta que la muerte los separó, siendo éste uno de los pocos casos en el cual el “pata de bolsa” sale de las sombras para asumir la responsabilidad del adulterio. Teniendo semejante ejemplo en su abuelito, Leonor de Aquitania en su primer matrimonio con el mojigato y feo Luis VII de Francia le puso un rosario de cuernos, siendo el más famoso “pata de bolsa” de este entonces el mismito tío de Leonor, Raymond de Toulouse. Durante una cruzada, mientras Luis VII ayunaba por el triunfo sobre los “sarracenos”, Leonor era feliz con su pariente “pata de bolsa”.Posteriormente, la misma Leonor se casó con Enrique de Anjou, un pelirrojo chico normando destinado a ser rey de Inglaterra como Enrique II. Cuando la Leonor se cansó de aguantarle infidelidades a su joven marido, entre los “pata de bolsa” estuvo Alí Ansour, un adolescente criado persa que gozaba de toda confianza con la reina.
A la esposa del rey Jorge I de Hanover de Inglaterra el tener los servicios de un “pata de bolsa” le costó caro. Resulta que “Dot”, a como era llamada esta reina, se enamoró de un noble de origen nórdico y aunque Jorge I no era modelo de fidelidad, no siempre la salsa del ganso sirve para la gansa. Apenas Jorge I se dio cuenta del origen de los suspiros estrepitosos de su mujer, pidió divorcio y la encarceló en un castillo. El pobre “pata de bolsa” acabó siendo asesinado y casi lo hacen paté. A final de cuentas los huesos del amante le fueron enviados en una cajita a la prisionera para que los guardara de recuerdo.
Oda Nobunaga, primer gran unificador del Japón, era muy radical en sus cosas. Cuando Akiko, una concubina favorita, comenzó a suspirar como foca resoplando, se fijó en las miradas entre la chica y Kentaro, el caballerizo. Haciéndose el tonto, permitió que la infiel muchacha que ya le había dado dos hijos y el apuesto mozalbete se dieran cita y cuando los pescó in fraganti, los hizo ejecutar sin asco. “hay que aprender”, luego le dijo Oda a su esposa principal...por si las moscas!
Una de las reinas con más “pata de bolsa”fue la hermosa y ninfómana francesa Margot de Valois. Como la habían casado por razones de estado con Enrique de Navarra, futuro Enrique IV de Francia, decidió encontrar el gozo fuera del tálamo nupcial con caballeros como Bussy D´Amboise, Jarry Alevian, Serge de Normandie(tío del famoso bardo Juan Alejandro) y un tipo con apellido altisonante de Coconat entre otros. Margot, tras ser repudiada por Enrique cuando no le pudo dar hijos, siguió con su vida lujuriosa llegando a perseguir pajes prepubescentes cuando ya era una gorda floja sesentona.
Para Catalina I de Rusia, quien comenzó la vida humildemente como Martha Skavronskaya y tras ser virtualmente la “cantimplora sexual” de las tropas rusas, el ascenso meteórico se debió gracias al amor de Pedro I el Grande, quien se casó con ella en segundas nupcias. Pero como la gallina que devora huevos no se compone ni que le quemen el pico, la rolliza ex meretriz convertida en emperatriz tuvo un gran affaire con Wilhelms Mons, un currutaco alemán chele que era el hermanito de Anna Mons(por cierto ex amante de Pedro I el Grande de Rusia!).El asunto del “pata de bolsa” no corrió lejos con Pedro, quien hizo decapitar al osado muchacho y para evitar que su esposa volviera a adquirir otro “pata” le mandó la cabeza de Wilhelm en un vaso de alcohol rosa para que la estuviera viendo en su tocador al lado de los cosméticos. Otra Catalina, esta vez II de Rusia, colmó la testa regia de su tarado e inservible maridito Pedro III de Rusia con cachos, y entre los “pata de bolsa” estuvo Sergio Saltykov(el papi biológico de Pablo I de Rusia y por ende ancestro genuino de todos los falsos Romanov que reinaron luego de Pablo)y el Tarzanesco Gregorio Orlov, quien ayudó a Catalina II la Grande a librarse de Pedro III para que ella tuviera el trono para sí sola.
Isabel II de Borbón, reina española del siglo XIX, tuvo que buscarse “patas de bolsas” para suplir por su primo-marido Francisquito “la Mariquita” de Borbón. Francisquito le tenía pavor al ejercicio matrimonial, entonces la rolliza y atortugada reina encontró abundantes señores que quisieran ayudarle en la búsqueda de herederos. Entre ellos estuvo un gracioso granuja apodado “El Pollo Arana” y el bellísimo y tísico militar Enrique PuigMoltó, quien a la hora de fabricarle al futuro Alfonso XII a la reina, mostró que aún le quedaba suficiente vigor aunque estuviera escupiendo los pulmones. Isabel apenas seguía el mal ejemplo de su abuela paterna, la reina Ma. Luisa de Parma, quien siendo esposa del tonto rey Carlos IV tomó entre otros como predilecto a Manuel de Godoy, ascendiendo este chico de raso a general en tiempo récord, ty luego obteniendo el puesto de primer ministro en pago de favores sexuales a la reina mientras el mismo cornudo de Carlos lo atiborraba de honores y riquezas.
Carolina de Brunswick, fea y vulgar princesa germana quien casó con el igualmente deforme y asqueroso rey inglés Jorge IV, optó por tomar a su criado italiano para amante después que Jorge la apartara de sí por completo. Carolina colmó de dinero, distinciones y títulos al muchacho en cuestión, siendo uno de los “pata de bolsa” que más beneficios logró a lo largo de la historia.
Sissi de Wittelsbach, quien se casó por amor con el odioso Francisco José I de Habsburgo, encontró al amor perfecto fuera del palacio cuando su pasión por el emperador se apagó gracias a las infidelidades y las pulgas rabiosas del marido. Se trataba de un noble húngaro de apellido Andrassy, y a menudo Sissi viajaba de incógnito para románticos rendezvous con su adorado amante.
Resulta horrible para los que amamos con locura al inefable poeta y libertador Ho Chi Mihn que este brillante vietnamita haya hecho el papel de “pata de bolsa”, pero la realidad es que a como decía Agatón “ni los dioses pueden cambiar el pasado.” El atrevido Ho era un mesero más en París cuando conoció a la bella galena Claude Jihan, quien estaba casada con otro doctor de muy linajuda familia. A Ho no le importó que la mujer ya tuviera 4 hijos de su matrimonio y le deslizó una nota tentadora dentro de la charola con comida. Claude cayó redondita a los pies del vietnamita y tuvo con él a una niña. Claude además aportó buena cantidad de dinero a Ho para la causa de la liberación de Vietnam.

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