sábado, 23 de enero de 2010
hombres bellos
LOS MACHOS MÁS HERMOSOS DE LA HISTORIA
Hace poco, unas alumnas mías me solicitaron que mencionara a los hombres más guapos de la historia. En realidad, lo de bello o feo depende mayormente del gusto y la cultura en que uno haya crecido, pero es indudable que algunos personajes machos son vistos como lindos por todo mundo.
El gran militar cartaginés Aníbal es considerado como un protomacho delicioso por muchas, aunque hay distintas versiones en cuanto al "look" del valiente protagonista de la Ii Guerra Púnica. Se cree que Aníbal tenía unos ojos negros penetrantes y una musculatura a lo Dolph Lundgren, por lo tanto va encabezando esta lista. Siempre de la antiguedad, no podemos obviar a un granuja que fue buen dirigente militar: el ateniense Alcibíades. Traidor, oportunista y mujeriego como un corrupto político nica, Alcibíades rindió a sus pies a muchas mujeres por su gran belleza física. Alejandro Magno no puede ser obviado en una lista de hombres bellos, El conquistador macedonio era un dechado de perfección y pulcritud física, y su belleza le conquistó los corazones de mujeres y hombres por igual. Lástima que se murió tan joven.
En Avernia, lo que luego fue llamada Galia por los romanos, un adolescente de enorme melena dorada y cara de angel fue idolatrado por mujeres y hasta por Julio César, quien le masacró a su pueblo: Vercingétorix.La irresistible apostura de Vercingétorix obró contra él mismo, pues al infatuarse el bisexual Julio César de él se lo llevó de trofeo de guerra a Roma, donde lo asesinó casi 6 años después.
Aunque nadie sabe qué pinta lucía Jesús, si nos atenemos a las estampas religiosas el Nazareno era una obra de arte caminante. Alto, fornido y con una poblada barba, Jesús sería uno de los machos más perfectos de la historia. Otro hombre muy hermoso en la historia eclesiástica fue el pelirrojo San Patricio, patrono de Irlanda, así como San Valentín y San Sebastián, quien quedó más pasconeado que un alfiletero por las flechas. Marco Antonio, el amante de Cleopatra, fue una de las grandes bellezas masculinas de Roma. Sin embargo, estaba destinado a ser un borracho fracasado que se suicidó tras ser derrotado en la batalla de Accio
Entre los emperadores romanos, indudablemente que Cómmodo se lleva las palmas como el más guapo, pero es una lástima que haya sido tan desquiciado y dañino. Antínoo, el chico que fue amante del emperador Adriano, también gozó de una pinta increíble. Brian Boru, gran unificador de Irlanda, es un rey-bardo que está considerado por muchos como modelo de belleza celta. Alto, barbudo y pelirrojo, Brian tuvo mucho éxito con las damas. No se le quedaron atrás los monarcas ingleses Ricardo Corazón de León, quien unía una gran belleza rubia a una crueldad y maldad sin límite, así como Eduardo II, quizás el homosexual más trágico de toda la historia. Piers Gaveston, el trovador gascón quien fue amante de Eduardo, era una beldad masculina que murió decapitado. El suegro de Eduardo II, el rey francés Felipe IV el Bello, también fue considerado como un dechado de perfección física, pero tanta apostura nunca le trajo felicidad y tuvo una de las vidas más conflictivas de todos los tiempos. William Wallace, caudillo por la independencia de Escocia, también fue un gigantón con cara de niño y ojos intensamente azules. Fornido y hermoso, fue una de las figuras más heroicas de la Edad Media. Pedro I El Severo de Portugal tenía cabello castaño, rostro de doncella y cuerpo ágil, sin embargo el ser hermoso no le llevó a ser feliz, ya que su adorada tercera consorte murió asesinada por el padre de Pedro.
Bayaceto el Rayo fue un aguerrido y guapo sultán cuyos ojos eran magnéticos, pero tuvo el triste final de morir en su jaula capturado por Tamerlán. Vladimir Drácula, príncipe de Valaquia y no conde sangriento como su leyenda, fue un bellísimo hombre de ojos negros que luchó contra los turcos por la independencia de su terruño. Leonardo Da Vinci, quizás el genio más perfecto del Renacimiento, en su juventud fue tan bello que hasta los animales se volteaban a verle pasar. Alto, rubio y de ojos azules, Da Vinci murió en brazos del rey de Francia, Francisco I. Juan Alejandro de Normandía fue un precioso y pelirrojo bardo de sangre azul quien fue el amante predilecto del rey galo Enrique III. Periodista empírico, filántropo y poeta, Juan Alejandro fue uno de los hombres más bellos que ha dado Francia. Antonio Vivaldi, pelirrojo veneciano a quien se le admira por su exquisita música, era tan lindo que una mujer se le arrojó desnuda a los pies a la salida de la ópera. El pobre ex cura, quien ya estaba amancebado con una alumna suya, casi se muere del susto.
Carlo Broschi, comúnmente conocido como Farinelli, a pesar de ser un cantante castrado causó estragos en numerosos corazones por su serena belleza de cejas espesas y rostro de querube. Tras la muerte de Luis XIV, su sobrino Felipe de Orléans quedó de regente. Era considerado como un apuesto y multifacético hombre y sus correrías de faldas aún son leyenda en Francia. Luis XV también fue un hombre muy guapo, a tal punto que le sobraron amantes y se dedicó tanto a sus placeres que no pudo gobernar bien.
El poeta y libertino inglés George Gordon, Lord Byron, fue uno de los hombres más apuestos y aventureros de su tiempo, y su amigo el poeta Percy Bysshe Shelley también fue codiciado por su delicada belleza rubia. Al otro lado del charco, líderes indígenas norteamericanos como Tecumseh de los Shawnees, Caballo Loco de los Sioux y Osceola de los Seminoles eran considerados como hombres de particular belleza y magnetismo. El chele mataindios gringo George Armstrong Custer era obscenamente apuesto, lástima que tras tan bello rostro se albergaba una de las mentes más asquerosas y asesinas de todos los tiempos. Murió en la batalla de Little Bighorn en 1876 cuando el bello Caballo Loco y el aguerrido Toro Sentado le enseñaron con cuantas papas se hace un guiso.
Shaka Zulu, unificador de su nación, y el emperador Menelik II de Etiopía figuran entre los negros más hermosos de toda la historia, mientras que en la India, aún se emiten suspiros al contemplar fotos de su primer mandamás y padre de la independencia Jawaharlal Nehru. Entre los estadistas del siglo XX, se le rinde el charro a la belleza indiscutible del yugoslavo Josip Broz Tito, el turco Mustafá Kemal Ataturk, el chino Mao Tse Tung (cuando joven, porque viejo se hizo espantoso) y el independentista irlandés Michael Collins, sin olvidar que el judío Itzhak Rabin también tuvo una pinta espectacular. En el mundo deportivo, Cassius Clay con su cara inmarcesible, Johnny Weismuller con su cuerpo de Tarzán y el púgil marroquí Marcel Cerdan (quien fue amante de Edith Piaf) se llevan las palmas por su pulcritud física, mientras que actores como James Dean y Clark Gable siguen siendo considerados como íconos de la beldad en forma de macho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Jaja interesante artículo. Me encantó.
ResponderEliminar