jueves, 14 de enero de 2010
extrañas configuraciones masculinas
LAS "EXTRAÑAS CONFIGURACIONES MASCULINAS" DE LA HISTORIA
Evander Holyfield Pharaoh, mi gato egipcio quien desapareció sin dejar rastro hace siete años, era objeto de muchas bromas de mis alumnos porque era lo que en Nicaragua llamamos chiclán (macho al cual uno o dos testículos no le han bajado del cuerpo hacia el escroto). Sin embargo, como inmarcesible recuerdo suyo tengo a su hijo, mi gatito Duque de Normandía, probando que mi gato, al igual que otros personajes de la historia con el mismo defecto, definitivamente que sí servía para mucho.
Apartando rubores y mojigaterías, el listado de chiclanes de la historia es bastante cuantioso y pintoresco. Tolomeo, uno de los generales del indomable conquistador Alejandro Magno, nunca había logrado que su testículo izquierdo encontrara su ubicación normal, aunque era hombre de pelo en pecho y muy gustado por las damas. Al morir Alejandro Magno a la prematura edad de 33 años merced a una tifoidea galopante, Tolomeo fue a parar a Egipto, donde fundó la dinastía que acabaría en Cleopatra VII Filopator. Y todo eso lo logró con sus menudencias funcionando a "medio gas". Cneo Juvenal Gayo, uno de los chefs más codiciados en tiempos de la Roma de Nerón, fue otro prominente personaje que era chiclán.
Cneo, un rubio de ojos verdes y cuerpo de atleta, padeció de espantosas fiebres que casi lo matan cuando estaba tierno, y como consecuencia de ellas ninguno de sus testículos bajó a su lugar. Sin embargo, esto no impidió que el joven patricio llegara a ser uno de los grandes cocineros de la ciudad Eterna. Se cree que Calígula en una ocasión llegó a pagar el equivalente de unos 50 mil dólares por un banquete confeccionado solamente con pescado y camarones, preparados por Cneo.
Uno de los chiclanes más patéticos de la historia fue el rey francés Francisco II, hijo del monarca Enrique II de Valois y su fea esposa Catalina de Médicis. Varios de los hijos de Catalina resultaron altamente defectuosos, y Francisco definitivamente que era tarado a ojos vistas. Fofo, abotagado y con pinta como de tortuga erecta, lo casaron con la bella y libidinosa María Estuardo de Escocia. Sin embargo, en el poco tiempo de matrimoniados, María no gozó del tálamo nupcial ya que su pobre maridito no servía para "aquello". Cuando Francisco II murió en una infección atroz de los oídos, María Estuardo quedó virgen, ya que las menudencias de su esposo jamás funcionaron debidamente.
Ahmed Osmanlí, hijo del sultán Bayaceto II el Poeta, fue otro regio personaje a quien sus partes nobles le jugaron broma pesada al no desarrollarse debidamente. Este fofo, gordo y cruel príncipe turco iba a ser sultán, pero su hermano menor Selim se le fue arriba con el trono y ordenó que le mataran conforme la ley impuesta por el abuelo de ambos, Mehmet II el Conquistador. Ahmed para colmo fue homosexual, beodo y pederasta de cuidado.
Alfonso, rey de Portugal, fue otro anormal monarca a quien se le catalogó de chiclán. Estaba loco, era criminal y padecía de bulimia para completar el cuadro. Cuando lo casaron con una bella pero intrigante francesita, la joven se alió con Pedro-hermano menor de Alfonso, quien por cierto tenía sus menudencias muy activas-y entre ambos lo destronaron y encarcelaron. Carlos II de España fue el soberano con quien la casa de Habsburgo llegó a un triste final en España. Como resultado de la asquerosa endogamia practicada por los Hasburgos para conservar poder y dinero en la familia, Carlos nació con un listado de taras como para llenar tomos enteros de libros médicos. Dado que su padre Felipe IV le transmitió la sífilis, este pobre rey vino al mundo con un físico y una fisiología como para cuento de terror. No habiendo logrado que sus testículos bajaran al escroto, de nada sirvió casarlo primero con la francesa Luisa de Orleáns(sobrina de Luis XIV) y luego con la gritona alemana de Mariana de Neoburgo, pues no hubo descendencia a pesar de que le aplicaron todo tipo de remedios raros. Su caso fue más severo que el de don Carlitos, primogénito de Felipe II de España, quien acabó siendo asesinado por orden de su propio padre .Este triste príncipe tampoco pudo alcanzar jamás la madurez sexual por ser chiclán.
Se especula que la esterilidad del primer presidente oficial de Estados Unidos se debía a que un testículo jamás se le anidó bien en el escroto, y Jorge Washington acabó de padre de un país neonato sin haber sido jamás padre de familia. Hans Christian Andersen, danés autor de El Patito Feo y La Sirenita entre otros relatos, fue otro hombre a quien su estado de inmadurez sexual le llevó a una vida frustrada en el amor. Se cree que murió virgen! Otros chiclanes célebres fueron el filántropo Oskar Schindler, quien durante la II Guerra Mundial salvó a miles de judíos mientras otro chiclán (Adolfo Hitler) se desgañitaba por matarlos. Schindler a pesar de su defecto pudo gozar con centenares de mujeres y su fama de zángano aún es chiste popular, sin embargo, Adolfo Hitler tuvo una vida amorosa turbia dado que muchas de sus amantes se suicidaron tras estar en el lecho con él. Al encontrar su cadáver chamuscado, se encontró solo un testículo en el escroto.
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