Si caminamos hacia el sol dejamos las sombras detrás

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lo dijo William Wallace

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Ing.Adolfo Urrutia y Cecilia,2005

sábado, 16 de enero de 2010

famosos galenos


Entre Doctores...Y Matasanos de la Historia!

Yo he tenido mala leche con los médicos: casi fui abortada por uno, un poeta-pediatra ahora metido a historiador me dio un shock de medicinas a los 8 años, un ginecólogo-promotor cultural me diagnosticó esterilidad para que luego al estar finalmente embarazada una doctora me dijera que mi superdotada Elizabeth era un "feto defectuoso y mongoloide", sin mencionar que en Médicos Unidos un galeno con cara de King Kong casi me mata de una alergia y luego en una fundación casi me convierten en saco ambulante de insulina, hoy quiero recordar a notables galenos y fabulosos matasanos de la historia para sentirme en buena compañía de otros personajes que tuvieron que aguantarlos.
Muchos doctores ignoran que hubo dos grandes médicos en la historia llamados Galeno e Hipócrates. Casualmente por eso es que a los médicos se les llama galenos como sinónimo, y el juramento de Hipócrates que pronuncian al graduarse es para prometer que la vida será respetada desde su concepción, sin embargo muchos asquerosos aborteros y malos hijos de la profesión irrespetan este sagrado juramento.
Uno de los galenos más pacientes y diligentes fue Alaeddin Cerdet, a quien le tocó bailar con la loca de aguantar a dos sultanes otomanos: Bayaceto II y su hijo Selim El Adusto. Bayaceto II resultó ser un sultán pusilánime, pero era vigoroso en su hipocondría y el atribulado Alaeddin a menudo debió recurrir a placebos para amansar a su regio loquito. Al pasar al trono otomano Selim I, Alaeddin tuvo que disponer de toda su paciencia para lograr que el testarudo monarca siguiera la dieta prescrita y se tragara sus pastillas de una sola vez por todas, ya que Selim comenzó desde joven a criar una espantosa úlcera estomacal que luego desembocó en cáncer del sistema digestivo. Alaeddin hasta amenazó con atarlo y pegarle a Selim para que hiciera caso, ya que el soberano se resistía a comer una dieta blanda delante de sus invitados ya que estimaba que si los súbditos sabían que el sultán estaba enfermo, podrían faltarle al respeto.
Gracias a personajes como el Dr. Farrill y el Dr. Dahl, la pintura y la música universal tienen mucho que agradecerles. Farrill fue el médico de cabecera y gran amigo de nada menos que la fabulosa pintora judía mejicana Frida Kahlo. El Dr. Farrill le ahorró a la cejuda Frida muchos dolores y fue su primer fanático, y muchas veces, cuando faltaba el monetario, Farril aceptó cuadros o unas simples gracias en pago. El Dr. Dahl fue el médico que sacó de una pavorosa depresión a nadie menos que al gran pianista y compositor posromántico ruso Sergio Rachmaninoff. Resulta que Rachmaninoff quedó en un estado lamentable después que su primera sinfonía fue mal recibida por la crítica y abucheada por el público. Rachmaninoff estaba convencido que jamás iba a componer de nuevo, pero la paciencia y amabilidad de Dahl logró sacar al músico de su depresión a tal punto que compuso una nueva obra que sería una de las piedras angulares de la música del siglo XX: el concierto No.2 para piano y orquesta. Lógicamente, esta obra fue dedicada con todo respeto y agradecimiento al Dr. Dahl.
Uno de los médicos-charlatanes más increíbles de la historia fue un turco llamado Alí Bankir. La gran novelista hindú Kamala Napurdalah cayó en sus garras en 1943 cuando estaba esperando a su hija Loto. Resulta que Bankir tenía métodos poco ortodoxos y era el darling de la sociedad intelectual londinense. Kamala, siempre con su tendencia a todo lo que estuviera de moda, cayó bajo su influencia con gran facilidad. El turco la atendió a lo largo de su embarazo y cuando el parto se presentó en febrero de 1944, el cobre salió a relucir. Dado que la niña venía atravesada en lugar de presentarse de cabeza a como debe ser para un parto normal, Alí Bankir quiso solucionar el clavo poniendo un disco de la "Caballería Ligera" de Franz von Suppé y se puso a cabalgar sobre el enorme vientre gestante de Kamala. La novelista ipso facto botó la gorra, se quitó de encima al dizque galeno y con todo y sus dolores se fue a meter a un hospital donde casi de milagro logró parir a su bebé. Para colmo, Alí Bankir se dio a la tarea de perseguir a Kamala posteriormente exigiendo una suma de infarto por sus "servicios". A pesar de la traumática experiencia, en junio de 1944 Kamala logró colarse disfrazada de soldado hindú entre los hombres que participaron en el desembarco de Normandía y sus crónicas del operativo anfibio fueron compradas por los mejores periódicos.
El nombre del Dr. Samuel Mudd (por cierto que quitándole una d significa lodo en inglés) quedó enfangado en la historia por una triste coincidencia: fue el galeno que atendió a John Wilkes Booth, el sureño actor de pacotilla que mató a Lincoln en abril de 1865. Tras dispararle en la parte trasera de la cabeza al presidente, Booth se había lanzado desde el palco hacia el escenario del teatro Ford para gritar "así mueren los tiranos!", pero al caer se fracturó la pierna. Huyendo como cucaracha mal baygoneada, Booth salió cojeando y llegó a Bryantowm, donde Mudd, quien era amigo suyo y simpatizante de los confederados, le atendió la pierna rota y hasta le dio un par de muletas improvisadas. Este cumpliemiento de su deber como médico le costaría caro a Mudd, ya que al darse el juicio contra los asesinos de Lincoln él se vio involucrado y le recetaron cadena perpetua. Fue llevado a una isla -prisión cerca de la Florida, pero en 1869 el presidente Andrew Johnson se apiadó de él y lo soltó.
Quizás el nombre más infame de la medicina sea el de Guy Crescent Fagon, un narigudo y tufoso francés quien fue el médico de cabecera de nadie menos que del Rey Sol Luis XIV. Este galeno no sólo logró matar sin pellizcos a Ma. Teresa, la primera esposa de Luis XIV, sino que casi acabó con toda la descendencia del rey. Tenía métodos bárbaros que incluían sangrías y purgantes(ambos pasaportes seguros hacia la muerte pues debilitaban al paciente aún más).Cuando Luis XIV quería hacer desmanes con su salud, Fagon hacía el teatro de regañarlo, como cuando el rey iba a engullir una enorme taza de frutas en almíbar y Fagon le dijo" eso a vuestra majestad le hace daño". El diabético Luis solo lo miró de reojo y le ripostó "ya varios me han dicho que tú me haces daño sin embargo sigo consumiendo tus servicios." Acto seguido, se comió el tazón entero de frutas en almíbar.
Fagon nada hizo cuando una pavorosa gangrena atenazó una de las piernas del rey, cometiendo el disparate de recomendarle que metiera la patita en baños de vino de Borgoña. Aunque Luis no perdió su pierna debido a amputación, si perdió la vida en septiembre de 1715 confirmando una vez más la ineficiencia de Fagon.

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